Salmos capitulo 119
La Biblia de las Américas
1¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, los que andan en la ley del SEÑOR ! 2¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan ! 3No cometen iniquidad, sino que andan en sus caminos. 4Tú has ordenado tus preceptos, para que los guardemos con diligencia. 5¡Ojalá mis caminos sean afirmados para guardar tus estatutos ! 6Entonces no seré avergonzado, al considerar todos tus mandamientos. 7Con rectitud de corazón te daré gracias, al aprender tus justos juicios. 8Tus estatutos guardaré; no me dejes en completo desamparo.
9¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra. 10Con todo mi corazón te he buscado ; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. 11En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti. 12Bendito tú, oh SEÑOR; enséñame tus estatutos. 13He contado con mis labios de todas las ordenanzas de tu boca. 14Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas. 15Meditaré en tus preceptos, y consideraré tus caminos. 16Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra.
17Favorece a tu siervo, para que viva y guarde tu palabra. 18Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley. 19Peregrino soy en la tierra, no escondas de mí tus mandamientos. 20Quebrantada está mi alma anhelando tus ordenanzas en todo tiempo. 21Tú reprendes a los soberbios, los malditos, que se desvían de tus mandamientos. 22Quita de mí el oprobio y el desprecio, porque yo guardo tus testimonios. 23Aunque los príncipes se sienten y hablen contra mí, tu siervo medita en tus estatutos. 24También tus testimonios son mi deleite ; ellos son mis consejeros.
25Postrada está mi alma en el polvo ; vivifícame conforme a tu palabra. 26De mis caminos te conté, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos. 27Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas. 28De tristeza llora mi alma ; fortaléceme conforme a tu palabra. 29Quita de mí el camino de la mentira, y en tu bondad concédeme tu ley. 30He escogido el camino de la verdad ; he puesto tus ordenanzas delante de mí. 31Me apego a tus testimonios ; SEÑOR, no me avergüences. 32Por el camino de tus mandamientos correré, porque tú ensancharás mi corazón.
33Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin. 34Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón. 35Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito. 36Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta. 37Aparta mis ojos de mirar la vanidad, y vivifícame en tus caminos. 38Confirma a tu siervo tu palabra, que inspira reverencia por ti. 39Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos. 40He aquí, anhelo tus preceptos ; vivifícame por tu justicia.
41Venga también a mí tu misericordia, oh SEÑOR, tu salvación, conforme a tu palabra. 42Y tendré respuesta para el que me afrenta, pues confío en tu palabra. 43No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, porque yo espero en tus ordenanzas. 44Y guardaré continuamente tu ley, para siempre y eternamente. 45Y andaré en libertad, porque busco tus preceptos. 46Hablaré también de tus testimonios delante de reyes, y no me avergonzaré. 47Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales amo. 48Levantaré mis manos a tus mandamientos, los cuales amo, y meditaré en tus estatutos.
49Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. 50Este es mi consuelo en la aflicción : que tu palabra me ha vivificado. 51Los soberbios me insultaron en gran manera, sin embargo, no me he apartado de tu ley. 52Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas, oh SEÑOR, y me consuelo. 53Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos que abandonan tu ley. 54Cánticos para mí son tus estatutos en la casa de mi peregrinación. 55Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh SEÑOR, y guardo tu ley. 56Esto se ha hecho parte de mí: guardar tus preceptos.
57El SEÑOR es mi porción ; he prometido guardar tus palabras. 58Supliqué tu favor con todo mi corazón ; ten piedad de mí conforme a tu promesa. 59Consideré mis caminos, y volví mis pasos a tus testimonios. 60Me apresuré y no me tardé en guardar tus mandamientos. 61Los lazos de los impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley. 62A medianoche me levantaré para darte gracias por tus justas ordenanzas. 63Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos. 64La tierra, oh SEÑOR, está llena de tu misericordia; enséñame tus estatutos.
65Bien has obrado con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra. 66Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos. 67Antes que fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra. 68Bueno eres tú, y bienhechor ; enséñame tus estatutos. 69Los soberbios han forjado mentira contra mí, pero de todo corazón guardaré tus preceptos. 70Su corazón está cubierto de grasa, pero yo me deleito en tu ley. 71Bueno es para mí ser afligido, para que aprenda tus estatutos. 72Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de plata.
73Tus manos me hicieron y me formaron ; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos. 74Que los que te temen, me vean y se alegren, porque espero en tu palabra. 75Yo sé, SEÑOR, que tus juicios son justos, y que en tu fidelidad me has afligido. 76Sea ahora tu misericordia para consuelo mío, conforme a tu promesa dada a tu siervo. 77Venga a mí tu compasión, para que viva, porque tu ley es mi deleite. 78Sean avergonzados los soberbios, porque me agravian con mentira ; pero yo en tus preceptos meditaré. 79Vuélvanse a mí los que te temen y conocen tus testimonios. 80Sea íntegro mi corazón en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado.
81Mi alma desfallece por tu salvación ; en tu palabra espero. 82Mis ojos desfallecen esperando tu palabra, mientras digo : ¿Cuándo me consolarás? 83Aunque he llegado a ser como odre al humo, no me olvido de tus estatutos. 84¿Cuántos son los días de tu siervo ? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores ? 85Fosas me han cavado los soberbios, los que no están de acuerdo con tu ley. 86Todos tus mandamientos son fieles ; con mentira me han perseguido ; ¡ayúdame ! 87Casi me destruyen en la tierra, mas yo no abandoné tus preceptos. 88Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca.
89Para siempre, oh SEÑOR, tu palabra está firme en los cielos. 90Tu fidelidad permanece por todas las generaciones ; tú estableciste la tierra, y ella permanece. 91Por tus ordenanzas permanecen hasta hoy, pues todas las cosas te sirven. 92Si tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción. 93Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado. 94Tuyo soy, Señor, sálvame, pues tus preceptos he buscado. 95Los impíos me esperan para destruirme ; tus testimonios consideraré. 96He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio.
97¡Cuánto amo tu ley ! Todo el día es ella mi meditación. 98Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque son míos para siempre. 99Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi meditación. 100Entiendo más que los ancianos, porque tus preceptos he guardado. 101De todo mal camino he refrenado mis pies, para guardar tu palabra. 102No me he desviado de tus ordenanzas, porque tú me has enseñado. 103¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras !, más que la miel a mi boca. 104De tus preceptos recibo entendimiento, por tanto aborrezco todo camino de mentira.
105Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. 106He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas. 107Estoy profundamente afligido ; SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra. 108Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, y enséñame tus ordenanzas. 109En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley. 110Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos. 111Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. 112He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin.
113Aborrezco a los hipócritas, empero amo tu ley. 114Tú eres mi escondedero y mi escudo ; en tu palabra espero. 115Apartaos de mí, malhechores, para que guarde yo los mandamientos de mi Dios. 116Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me avergüence de mi esperanza. 117Sostenme, para estar seguro, y que continuamente preste atención a tus estatutos. 118Has rechazado a todos los que se desvían de tus estatutos, porque su engaño es en vano. 119Como escoria has quitado de la tierra a todos los impíos, por tanto amo tus testimonios. 120Mi carne se estremece por temor a ti, y de tus juicios tengo miedo.
121He practicado el juicio y la justicia ; no me abandones a mis opresores. 122Sé fiador de tu siervo para bien; que no me opriman los soberbios. 123Desfallecen mis ojos por tu salvación, y por la promesa de tu justicia. 124Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. 125Yo soy tu siervo, dame entendimiento para que conozca tus testimonios. 126Es tiempo de que actúe el SEÑOR, porque han quebrantado tu ley. 127Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, sí, más que el oro fino. 128Por tanto, estimo rectos todos tus preceptos acerca de todas las cosas, y aborrezco todo camino de mentira.
129Maravillosos son tus testimonios, por lo que los guarda mi alma. 130La exposición de tus palabras imparte luz ; da entendimiento a los sencillos. 131Abrí mi boca y suspiré, porque anhelaba tus mandamientos. 132Vuélvete a mí y tenme piedad, como acostumbras con los que aman tu nombre. 133Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine. 134Rescátame de la opresión del hombre, para que yo guarde tus preceptos. 135Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo, y enséñame tus estatutos. 136Ríos de lágrimas vierten mis ojos, porque ellos no guardan tu ley.
137Justo eres tú, SEÑOR, y rectos tus juicios. 138Has ordenado tus testimonios con justicia, y con suma fidelidad. 139Mi celo me ha consumido, porque mis adversarios han olvidado tus palabras. 140Es muy pura tu palabra, y tu siervo la ama. 141Pequeño soy, y despreciado, mas no me olvido de tus preceptos. 142Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad. 143Angustia y aflicción han venido sobre mí, mas tus mandamientos son mi deleite. 144Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva.
145He clamado con todo mi corazón ; ¡respóndeme, SEÑOR! Guardaré tus estatutos. 146A ti clamé; sálvame, y guardaré tus testimonios. 147Me anticipo al alba y clamo ; en tus palabras espero. 148Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, para meditar en tu palabra. 149Oye mi voz conforme a tu misericordia ; vivifícame, oh SEÑOR, conforme a tus ordenanzas. 150Se me acercan los que siguen la maldad; lejos están de tu ley. 151Tú estás cerca, SEÑOR, y todos tus mandamientos son verdad. 152Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios, que para siempre los has fundado.
153Mira mi aflicción y líbrame, porque no me olvido de tu ley. 154Defiende mi causa y redímeme ; vivifícame conforme a tu palabra. 155Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos. 156Muchas son, oh SEÑOR, tus misericordias ; vivifícame conforme a tus ordenanzas. 157Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, pero yo no me aparto de tus testimonios. 158Veo a los pérfidos y me repugnan, porque no guardan tu palabra. 159Mira cuánto amo tus preceptos ; vivifícame, SEÑOR, conforme a tu misericordia. 160La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.
161Príncipes me persiguen sin causa, pero mi corazón teme tus palabras. 162Me regocijo en tu palabra, como quien halla un gran botín. 163Aborrezco y desprecio la mentira, pero amo tu ley. 164Siete veces al día te alabo, a causa de tus justas ordenanzas. 165Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar. 166Espero tu salvación, SEÑOR, y cumplo tus mandamientos. 167Mi alma guarda tus testimonios, y en gran manera los amo. 168Guardo tus preceptos y tus testimonios, porque todos mis caminos están delante de ti.
169Llegue mi clamor ante ti, SEÑOR; conforme a tu palabra dame entendimiento. 170Llegue mi súplica delante de ti; líbrame conforme a tu palabra. 171Profieran mis labios alabanzas, pues tú me enseñas tus estatutos. 172Que cante mi lengua de tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia. 173Pronta esté tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido. 174Anhelo tu salvación, SEÑOR, y tu ley es mi deleite. 175Viva mi alma para alabarte, y que tus ordenanzas me ayuden. 176Me he descarriado como oveja perdida ; busca a tu siervo, porque no me olvido de tus mandamientos.
Nueva Biblia de las Américas
1¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, Los que andan en la ley del SEÑOR! 2¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, Y con todo el corazón Lo buscan! 3No cometen iniquidad, Sino que andan en Sus caminos. 4Tú has ordenado Tus preceptos, Para que los guardemos con diligencia. 5¡Ojalá mis caminos sean afirmados Para guardar Tus estatutos! 6Entonces no seré avergonzado, Al considerar todos Tus mandamientos. 7Con rectitud de corazón Te daré gracias, Al aprender Tus justos juicios. 8Tus estatutos guardaré; No me dejes en completo desamparo.
9¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando Tu palabra. 10Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos. 11En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti. 12Bendito Tú, oh SEÑOR; Enséñame Tus estatutos. 13He contado con mis labios De todas las ordenanzas de Tu boca. 14Me he gozado en el camino de Tus testimonios, Más que en todas las riquezas. 15Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos. 16Me deleitaré en Tus estatutos, Y no olvidaré Tu palabra.
17Favorece a Tu siervo, Para que viva y guarde Tu palabra. 18Abre mis ojos, para que vea Las maravillas de Tu ley. 19Peregrino soy en la tierra, No escondas de mí Tus mandamientos. 20Quebrantada está mi alma anhelando Tus ordenanzas en todo tiempo. 21Tú reprendes a los soberbios, los malditos, Que se desvían de Tus mandamientos. 22Quita de mí el oprobio y el desprecio, Porque yo guardo Tus testimonios. 23Aunque los príncipes se sienten y hablen contra mí, Tu siervo medita en Tus estatutos. 24También Tus testimonios son mi deleite; Ellos son mis consejeros.
25Postrada está mi alma en el polvo; Vivifícame conforme a Tu palabra. 26De mis caminos Te conté, y Tú me has respondido; Enséñame Tus estatutos. 27Hazme entender el camino de Tus preceptos, Y meditaré en Tus maravillas. 28De tristeza llora mi alma; Fortaléceme conforme a Tu palabra. 29Quita de mí el camino de la mentira, Y en Tu bondad concédeme Tu ley. 30He escogido el camino de la verdad; He puesto Tus ordenanzas delante de mí. 31Me apego a Tus testimonios; SEÑOR, no me avergüences. 32Por el camino de Tus mandamientos correré, Porque Tú ensancharás mi corazón.
33Enséñame, oh SEÑOR, el camino de Tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. 34Dame entendimiento para que guarde Tu ley Y la cumpla de todo corazón. 35Hazme andar por la senda de Tus mandamientos, Porque en ella me deleito. 36Inclina mi corazón a Tus testimonios Y no a la ganancia deshonesta. 37Aparta mis ojos de mirar la vanidad, Y vivifícame en Tus caminos. 38Confirma a Tu siervo Tu palabra, Que inspira reverencia por Ti. 39Quita de mí el oprobio que me causa temor, Porque Tus juicios son buenos. 40Yo anhelo Tus preceptos; Vivifícame por Tu justicia.
41Venga también a mí Tu misericordia, oh SEÑOR, Tu salvación, conforme a Tu palabra. 42Así tendré respuesta para el que me afrenta, Pues confío en Tu palabra. 43No quites jamás de mi boca la palabra de verdad, Porque yo espero en Tus ordenanzas. 44Así que guardaré continuamente Tu ley, Para siempre y eternamente. 45Y andaré en libertad, Porque busco Tus preceptos. 46Hablaré también de Tus testimonios delante de reyes, Y no me avergonzaré. 47Me deleitaré en Tus mandamientos, Los cuales amo. 48Levantaré mis manos a Tus mandamientos, Los cuales amo, Y meditaré en Tus estatutos.
49Acuérdate de la palabra dada a Tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50Este es mi consuelo en la aflicción: Que Tu palabra me ha vivificado. 51Los soberbios me insultaron en gran manera, Sin embargo, no me he apartado de Tu ley. 52Me acuerdo de Tus ordenanzas antiguas, oh SEÑOR, Y me consuelo. 53Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos Que abandonan Tu ley. 54Cánticos para mí son Tus estatutos En la casa de mi peregrinación. 55Por la noche me acuerdo de Tu nombre, oh SEÑOR, Y guardo Tu ley. 56Esto se ha hecho parte de mí: Guardar Tus preceptos.
57El SEÑOR es mi porción; He prometido guardar Tus palabras. 58Supliqué Tu favor con todo mi corazón; Ten piedad de mí conforme a Tu promesa. 59Consideré mis caminos, Y volví mis pasos a Tus testimonios. 60Me apresuré y no me tardé En guardar Tus mandamientos. 61Los lazos de los impíos me han rodeado, Pero no me he olvidado de Tu ley. 62A medianoche me levantaré para dar gracias a Ti Por Tus justas ordenanzas. 63Compañero soy de todos los que Te temen (reverencian), Y de los que guardan Tus preceptos. 64La tierra, oh SEÑOR, está llena de Tu misericordia; Enséñame Tus estatutos.
65Bien has obrado con Tu siervo, Oh SEÑOR, conforme a Tu palabra. 66Enséñame buen juicio y conocimiento, Pues creo en Tus mandamientos. 67Antes que fuera afligido, yo me descarrié, Pero ahora guardo Tu palabra. 68Bueno eres Tú, y bienhechor; Enséñame Tus estatutos. 69Los soberbios han forjado mentira contra mí, Pero de todo corazón guardaré Tus preceptos. 70Su corazón está cubierto de grasa, Pero yo me deleito en Tu ley. 71Bueno es para mí ser afligido, Para que aprenda Tus estatutos. 72Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata.
73Tus manos me hicieron y me formaron; Dame entendimiento para que aprenda Tus mandamientos. 74Que los que Te temen, me vean y se alegren, Porque espero en Tu palabra. 75Yo sé, SEÑOR, que Tus juicios son justos, Y que en Tu fidelidad me has afligido. 76Sea ahora Tu misericordia para consuelo mío, Conforme a Tu promesa dada a Tu siervo. 77Venga a mí Tu compasión, para que viva, Porque Tu ley es mi deleite. 78Sean avergonzados los soberbios, porque me agravian con mentira; Pero yo en Tus preceptos meditaré. 79Vuélvanse a mí los que Te temen Y conocen Tus testimonios. 80Sea íntegro mi corazón en Tus estatutos, Para que yo no sea avergonzado.
81Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero. 82Mis ojos desfallecen esperando Tu palabra, Mientras digo: ¿Cuándo me consolarás? 83Aunque he llegado a ser como odre al humo, No me olvido de Tus estatutos. 84¿Cuántos son los días de Tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores? 85Fosas me han cavado los soberbios, Los que no están de acuerdo con Tu ley. 86Todos Tus mandamientos son fieles; Con mentira me han perseguido; ¡ayúdame! 87Casi me destruyen en la tierra, Pero yo no abandoné Tus preceptos. 88Vivifícame conforme a Tu misericordia, Para que guarde el testimonio de Tu boca.
89Para siempre, oh SEÑOR, Tu palabra está firme en los cielos. 90Tu fidelidad permanece por todas las generaciones; Tú estableciste la tierra, y ella permanece. 91Por Tus ordenanzas permanecen hasta hoy, Pues todas las cosas Te sirven. 92Si Tu ley no hubiera sido mi deleite, Entonces habría perecido en mi aflicción. 93Jamás me olvidaré de Tus preceptos, Porque por ellos me has vivificado. 94Tuyo soy, Señor, sálvame, Pues Tus preceptos he buscado. 95Los impíos me esperan para destruirme; Tus testimonios consideraré. 96He visto un límite a toda perfección; Tu mandamiento es sumamente amplio.
97¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, Porque son míos para siempre. 99Tengo más discernimiento que todos mis maestros, Porque Tus testimonios son mi meditación. 100Entiendo más que los ancianos, Porque Tus preceptos he guardado. 101De todo mal camino he refrenado mis pies, Para guardar Tu palabra. 102No me he desviado de Tus ordenanzas, Porque Tú me has enseñado. 103¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras!, Sí, más que la miel a mi boca. 104De Tus preceptos recibo entendimiento, Por tanto aborrezco todo camino de mentira.
105Lámpara es a mis pies Tu palabra, Y luz para mi camino. 106He jurado, y lo confirmaré, Que guardaré Tus justas ordenanzas. 107Estoy profundamente afligido; SEÑOR, vivifícame conforme a Tu palabra. 108Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh SEÑOR, Y enséñame Tus ordenanzas. 109En peligro continuo está mi vida, Con todo, no me olvido de Tu ley. 110Los impíos me han tendido lazo, Pero no me he desviado de Tus preceptos. 111Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. 112He inclinado mi corazón para cumplir Tus estatutos Por siempre, y hasta el fin.
113Aborrezco a los hipócritas, Pero amo Tu ley. 114Tú eres mi escondedero y mi escudo; En Tu palabra espero. 115Apártense de mí, malhechores, Para que guarde yo los mandamientos de mi Dios. 116Sostenme conforme a Tu promesa, para que viva, Y no dejes que me avergüence de mi esperanza. 117Sostenme, para estar seguro, Y que continuamente preste atención a Tus estatutos. 118Has rechazado a todos los que se desvían de Tus estatutos, Porque su engaño es en vano. 119Como basura has quitado de la tierra a todos los impíos, Por tanto amo Tus testimonios. 120Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo.
121He practicado el juicio y la justicia; No me abandones a mis opresores. 122Sé fiador de Tu siervo para bien; Que no me opriman los soberbios. 123Desfallecen mis ojos por Tu salvación Y por la promesa de Tu justicia. 124Haz con Tu siervo según Tu misericordia Y enséñame Tus estatutos. 125Yo soy Tu siervo, dame entendimiento Para que conozca Tus testimonios. 126Es tiempo de que actúe el SEÑOR, Porque han quebrantado Tu ley. 127Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. 128Por tanto, estimo rectos todos Tus preceptos acerca de todas las cosas, Y aborrezco todo camino de mentira.
129Maravillosos son Tus testimonios, Por lo que los guarda mi alma. 130La exposición de Tus palabras imparte luz; Da entendimiento a los sencillos. 131Abrí mi boca y suspiré, Porque anhelaba Tus mandamientos. 132Vuélvete a mí y tenme piedad, Como acostumbras con los que aman Tu nombre. 133Afirma mis pasos en Tu palabra, Y que ninguna iniquidad me domine. 134Rescátame de la opresión del hombre, Para que yo guarde Tus preceptos. 135Haz resplandecer Tu rostro sobre tu siervo, Y enséñame Tus estatutos. 136Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley.
137Justo eres Tú, SEÑOR, Y rectos Tus juicios. 138Has ordenado Tus testimonios con justicia, Y con suma fidelidad. 139Mi celo me ha consumido, Porque mis adversarios han olvidado Tus palabras. 140Es muy pura Tu palabra, Y Tu siervo la ama. 141Pequeño soy, y despreciado, Pero no me olvido de Tus preceptos. 142Tu justicia es justicia eterna, Y Tu ley verdad. 143Angustia y aflicción han venido sobre mí, Pero Tus mandamientos son mi deleite. 144Tus testimonios son justos para siempre; Dame entendimiento para que yo viva.
145He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, SEÑOR! Guardaré Tus estatutos. 146A Ti clamé; sálvame, Y guardaré Tus testimonios. 147Me anticipo al alba y clamo; En Tus palabras espero. 148Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche, Para meditar en Tu palabra. 149Oye mi voz conforme a Tu misericordia; Vivifícame, oh SEÑOR, conforme a Tus ordenanzas. 150Se me acercan los que siguen la maldad; Lejos están de Tu ley. 151Tú estás cerca, SEÑOR, Y todos Tus mandamientos son verdad. 152Desde hace tiempo he sabido de Tus testimonios, Que para siempre los has fundado.
153Mira mi aflicción y líbrame, Porque no me olvido de Tu ley. 154Defiende mi causa y redímeme; Vivifícame conforme a Tu palabra. 155Lejos está de los impíos la salvación, Porque no buscan Tus estatutos. 156Muchas son, oh SEÑOR, Tus misericordias; Vivifícame conforme a Tus ordenanzas. 157Muchos son mis perseguidores y mis adversarios, Pero yo no me aparto de Tus testimonios. 158Veo a los malvados y me repugnan, Porque no guardan Tu palabra. 159Mira cuánto amo Tus preceptos; Vivifícame, SEÑOR, conforme a Tu misericordia. 160La suma de Tu palabra es verdad, Y eterna cada una de Tus justas ordenanzas.
161Príncipes me persiguen sin causa, Pero mi corazón teme Tus palabras. 162Me regocijo en Tu palabra, Como quien halla un gran botín. 163Aborrezco y desprecio la mentira, Pero amo Tu ley. 164Siete veces al día Te alabo, A causa de Tus justas ordenanzas. 165Mucha paz tienen los que aman Tu ley, Y nada los hace tropezar. 166Espero Tu salvación, SEÑOR, Y cumplo Tus mandamientos. 167Mi alma guarda Tus testimonios, Y en gran manera los amo. 168Guardo Tus preceptos y Tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de Ti.
169Que llegue mi clamor ante Ti, SEÑOR; Conforme a Tu palabra dame entendimiento. 170Llegue mi súplica delante de Ti; Líbrame conforme a Tu palabra. 171Que profieran mis labios alabanzas, Pues Tú me enseñas Tus estatutos. 172Que cante mi lengua de Tu palabra, Porque todos Tus mandamientos son justicia. 173Que esté pronta Tu mano a socorrerme, Porque Tus preceptos he escogido. 174Anhelo Tu salvación, SEÑOR, Y Tu ley es mi deleite. 175Que viva mi alma para alabarte, Y que Tus ordenanzas me ayuden. 176Me he descarriado como oveja perdida; busca a Tu siervo, Porque no me olvido de Tus mandamientos.
Nueva Versión Internacional
1 Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del SEÑOR. 2Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan. 3Jamás hacen nada malo, sino que siguen los caminos de Dios. 4Tú has establecido tus preceptos, para que se cumplan fielmente. 5¡Cuánto deseo afirmar mis caminos para cumplir tus decretos! 6No tendré que pasar vergüenzas cuando considere todos tus mandamientos. 7Te alabaré con integridad de corazón, cuando aprenda tus justos juicios. 8Tus decretos cumpliré; no me abandones del todo.
9¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a tu palabra. 10Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. 11En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti. 12¡Bendito seas, SEÑOR! ¡Enséñame tus decretos! 13Con mis labios he proclamado todos los juicios que has emitido. 14Me regocijo en el camino de tus estatutos más que en todas las riquezas. 15En tus preceptos medito, y pongo mis ojos en tus sendas. 16En tus decretos hallo mi deleite, y jamás olvidaré tu palabra.
17Trata con bondad a este siervo tuyo; así viviré y obedeceré tu palabra. 18Ábreme los ojos, para que contemple las maravillas de tu ley. 19En esta tierra soy un extranjero; no escondas de mí tus mandamientos. 20A toda hora siento un nudo en la garganta por el deseo de conocer tus juicios. 21Tú reprendes a los insolentes; ¡malditos los que se apartan de tus mandamientos! 22Aleja de mí el menosprecio y el desdén, pues yo cumplo tus estatutos. 23Aun los poderosos se confabulan contra mí, pero este siervo tuyo medita en tus decretos. 24Tus estatutos son mi deleite; son también mis consejeros.
25Postrado estoy en el polvo; dame vida conforme a tu palabra. 26Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos. ¡Enséñame tus decretos! 27Hazme entender el camino de tus preceptos, y meditaré en tus maravillas. 28De angustia se me derrite el alma: susténtame conforme a tu palabra. 29Manténme alejado de caminos torcidos; concédeme las bondades de tu ley. 30He optado por el camino de la fidelidad, he escogido tus juicios. 31Yo, SEÑOR, me apego a tus estatutos; no me hagas pasar vergüenza. 32Corro por el camino de tus mandamientos, porque has ampliado mi modo de pensar.
33Enséñame, SEÑOR, a seguir tus decretos, y los cumpliré hasta el fin. 34Dame entendimiento para seguir tu ley, y la cumpliré de todo corazón. 35Dirígeme por la senda de tus mandamientos, porque en ella encuentro mi solaz. 36Inclina mi corazón hacia tus estatutos y no hacia las ganancias desmedidas. 37Aparta mi vista de cosas vanas, dame vida conforme a tu palabra. 38Confirma tu promesa a este siervo, como lo has hecho con los que te temen. 39Líbrame del oprobio que me aterra, porque tus juicios son buenos. 40¡Yo amo tus preceptos! ¡Dame vida conforme a tu justicia!
41Envíame, SEÑOR, tu gran amor y tu salvación, conforme a tu promesa. 42Así responderé a quien me desprecie, porque yo confío en tu palabra. 43No me quites de la boca la palabra de verdad, pues en tus juicios he puesto mi esperanza. 44Por toda la eternidad obedeceré fielmente tu ley. 45Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos. 46Hablaré de tus estatutos a los reyes y no seré avergonzado, 47pues amo tus mandamientos, y en ellos me regocijo. 48Yo amo tus mandamientos, y hacia ellos elevo mis manos; ¡quiero meditar en tus decretos!
49Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo, palabra con la que me infundiste esperanza. 50Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida. 51Los insolentes me ofenden hasta el colmo, pero yo no me aparto de tu ley. 52Me acuerdo, SEÑOR, de tus juicios de antaño, y encuentro consuelo en ellos. 53Me llenan de indignación los impíos, que han abandonado tu ley. 54Tus decretos han sido mis cánticos en el lugar de mi destierro. 55 SEÑOR, por la noche evoco tu nombre; ¡quiero cumplir tu ley! 56Lo que a mí me corresponde es obedecer tus preceptos.
57¡Mi herencia eres tú, SEÑOR! Prometo obedecer tus palabras. 58De todo corazón busco tu rostro; compadécete de mí conforme a tu promesa. 59Me he puesto a pensar en mis caminos, y he orientado mis pasos hacia tus estatutos. 60Me doy prisa, no tardo nada para cumplir tus mandamientos. 61Aunque los lazos de los impíos me aprisionan, yo no me olvido de tu ley. 62A medianoche me levanto a darte gracias por tus rectos juicios. 63Soy amigo de todos los que te honran, de todos los que observan tus preceptos. 64Enséñame, SEÑOR, tus decretos; ¡la tierra está llena de tu gran amor!
65Tú, SEÑOR, tratas bien a tu siervo, conforme a tu palabra. 66Impárteme conocimiento y buen juicio, pues yo creo en tus mandamientos. 67Antes de sufrir anduve descarriado, pero ahora obedezco tu palabra. 68Tú eres bueno, y haces el bien; enséñame tus decretos. 69Aunque los insolentes me difaman, yo cumplo tus preceptos con todo el corazón. 70El corazón de ellos es torpe e insensible, pero yo me regocijo en tu ley. 71Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos. 72Para mí es más valiosa tu enseñanza que millares de monedas de oro y plata.
73Con tus manos me creaste, me diste forma. Dame entendimiento para aprender tus mandamientos. 74Los que te honran se regocijan al verme, porque he puesto mi esperanza en tu palabra. 75 SEÑOR, yo sé que tus juicios son justos, y que con justa razón me afliges. 76Que sea tu gran amor mi consuelo, conforme a la promesa que hiciste a tu siervo. 77Que venga tu compasión a darme vida, porque en tu ley me regocijo. 78Sean avergonzados los insolentes que sin motivo me maltratan; yo, por mi parte, meditaré en tus preceptos. 79Que se reconcilien conmigo los que te temen, los que conocen tus estatutos. 80Sea mi corazón íntegro hacia tus decretos, para que yo no sea avergonzado.
81Esperando tu salvación se me va la vida. En tu palabra he puesto mi esperanza. 82Mis ojos se consumen esperando tu promesa, y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?» 83Parezco un odre ennegrecido por el humo, pero no me olvido de tus decretos. 84¿Cuánto más vivirá este siervo tuyo? ¿Cuándo juzgarás a mis perseguidores? 85Me han cavado trampas los insolentes, los que no viven conforme a tu ley. 86Todos tus mandamientos son fidedignos; ¡ayúdame!, pues falsos son mis perseguidores. 87Por poco me borran de la tierra, pero yo no abandono tus preceptos. 88Por tu gran amor, dame vida y cumpliré tus estatutos.
89Tu palabra, SEÑOR, es eterna, y está firme en los cielos. 90Tu fidelidad permanece para siempre; estableciste la tierra, y quedó firme. 91Todo subsiste hoy, conforme a tus decretos, porque todo está a tu servicio. 92Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. 93Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida. 94¡Sálvame, pues te pertenezco y escudriño tus preceptos! 95Los impíos me acechan para destruirme, pero yo me esfuerzo por entender tus estatutos. 96He visto que aun la perfección tiene sus límites; ¡solo tus mandamientos son infinitos!
97¡Cuánto amo yo tu ley! Todo el día medito en ella. 98Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos porque me pertenecen para siempre. 99Tengo más discernimiento que todos mis maestros porque medito en tus estatutos. 100Tengo más entendimiento que los ancianos porque obedezco tus preceptos. 101Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra. 102No me desvío de tus juicios porque tú mismo me instruyes. 103¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! 104De tus preceptos adquiero entendimiento; por eso aborrezco toda senda de mentira.
105Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. 106Hice un juramento, y lo he confirmado: que acataré tus rectos juicios. 107 SEÑOR, es mucho lo que he sufrido; dame vida conforme a tu palabra. 108 SEÑOR, acepta la ofrenda que brota de mis labios; enséñame tus juicios. 109Mi vida pende de un hilo, pero no me olvido de tu ley. 110Los impíos me han tendido una trampa, pero no me aparto de tus preceptos. 111Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. 112Inclino mi corazón a cumplir tus decretos para siempre y hasta el fin.
113Aborrezco a los hipócritas, pero amo tu ley. 114Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. 115¡Malhechores, apártense de mí, que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios! 116Sosténme conforme a tu promesa, y viviré; no defraudes mis esperanzas. 117Defiéndeme, y estaré a salvo; siempre optaré por tus decretos. 118Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos, porque solo maquinan falsedades. 119Tú desechas como escoria a los impíos de la tierra; por eso amo tus estatutos. 120Mi cuerpo se estremece por el temor que me inspiras; siento reverencia por tus leyes.
121Yo practico la justicia y el derecho; no me dejes en manos de mis opresores. 122Garantiza el bienestar de tu siervo; que no me opriman los arrogantes. 123Mis ojos se consumen esperando tu salvación, esperando que se cumpla tu justicia. 124Trata a tu siervo conforme a tu gran amor; enséñame tus decretos. 125Tu siervo soy: dame entendimiento y llegaré a conocer tus estatutos. 126 SEÑOR, ya es tiempo de que actúes, pues tu ley está siendo quebrantada. 127Sobre todas las cosas amo tus mandamientos, más que el oro, más que el oro refinado. 128Por eso tomo en cuenta todos tus preceptos y aborrezco toda senda falsa.
129Tus estatutos son maravillosos; por eso los obedezco. 130La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo. 131Jadeante abro la boca porque ansío tus mandamientos. 132Vuélvete a mí, y tenme compasión como haces siempre con los que aman tu nombre. 133Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. 134Líbrame de la opresión humana, pues quiero obedecer tus preceptos. 135Haz brillar tu rostro sobre tu siervo; enséñame tus decretos. 136Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu ley no se obedece.
137 SEÑOR, tú eres justo, y tus juicios son rectos. 138Justos son los estatutos que has ordenado, y muy dignos de confianza. 139Mi celo me consume, porque mis adversarios pasan por alto tus palabras. 140Tus promesas han superado muchas pruebas, por eso tu siervo las ama. 141Insignificante y menospreciable como soy, no me olvido de tus preceptos. 142Tu justicia es siempre justa; tu ley es la verdad. 143He caído en la angustia y la aflicción, pero tus mandamientos son mi regocijo. 144Tus estatutos son siempre justos; dame entendimiento para poder vivir.
145Con todo el corazón clamo a ti, SEÑOR; respóndeme, y obedeceré tus decretos. 146A ti clamo: «¡Sálvame!» Quiero cumplir tus estatutos. 147Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza. 148En toda la noche no pego los ojos, para meditar en tu promesa. 149Conforme a tu gran amor, escucha mi voz; conforme a tus juicios, SEÑOR, dame vida. 150Ya se acercan mis crueles perseguidores, pero andan muy lejos de tu ley. 151Tú, SEÑOR, también estás cerca, y todos tus mandamientos son verdad. 152Desde hace mucho conozco tus estatutos, los cuales estableciste para siempre.
153Considera mi aflicción, y líbrame, pues no me he olvidado de tu ley. 154Defiende mi causa, rescátame; dame vida conforme a tu promesa. 155La salvación está lejos de los impíos, porque ellos no buscan tus decretos. 156Grande es, SEÑOR, tu compasión; dame vida conforme a tus juicios. 157Muchos son mis adversarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto de tus estatutos. 158Miro a esos renegados y me dan náuseas, porque no cumplen tus palabras. 159Mira, SEÑOR, cuánto amo tus preceptos; conforme a tu gran amor, dame vida. 160La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.
161Gente poderosa me persigue sin motivo, pero mi corazón se asombra ante tu palabra. 162Yo me regocijo en tu promesa como quien halla un gran botín. 163Aborrezco y repudio la falsedad, pero amo tu ley. 164Siete veces al día te alabo por tus rectos juicios. 165Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar. 166Yo, SEÑOR, espero tu salvación y practico tus mandamientos. 167Con todo mi ser cumplo tus estatutos. ¡Cuánto los amo! 168Obedezco tus preceptos y tus estatutos, porque conoces todos mis caminos.
169Que llegue mi clamor a tu presencia; dame entendimiento, SEÑOR, conforme a tu palabra. 170Que llegue a tu presencia mi súplica; líbrame, conforme a tu promesa. 171Que rebosen mis labios de alabanza, porque tú me enseñas tus decretos. 172Que entone mi lengua un cántico a tu palabra, pues todos tus mandamientos son justos. 173Que acuda tu mano en mi ayuda, porque he escogido tus preceptos. 174Yo, SEÑOR, ansío tu salvación. Tu ley es mi regocijo. 175Déjame vivir para alabarte; que vengan tus juicios a ayudarme. 176Cual oveja perdida me he extraviado; ven en busca de tu siervo, porque no he olvidado tus mandamientos.
Reina-Valera 1960
1Alef [1] Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. 2Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; 3Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. 4Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. 5¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! 6Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. 7Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios.
8Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. Bet 9¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. 10Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. 11En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. 12Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. 13Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. 14Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. 15En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.
16Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. Guímel 17Haz bien a tu siervo; que viva, Y guarde tu palabra. 18Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. 19Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos. 20Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. 21Reprendiste a los soberbios, los malditos, Que se desvían de tus mandamientos. 22Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, Porque tus testimonios he guardado. 23Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,
24Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros. Dálet 25Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. 26Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. 27Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. 28Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. 29Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. 30Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. 31Me he apegado a tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences.
32Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanches mi corazón. He 33Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. 34Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. 35Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. 36Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. 37Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. 38Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme. 39Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios.
40He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia. Vau 41Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salvación, conforme a tu dicho. 42Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. 43No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero. 44Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente. 45Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos. 46Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré; 47Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado.
48Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. Zain 49Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. 50Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado. 51Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley. 52Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé. 53Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos Que dejan tu ley. 54Cánticos fueron para mí tus estatutos En la casa en donde fui extranjero. 55Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.
56Estas bendiciones tuve Porque guardé tus mandamientos. Chet 57Mi porción es Jehová; He dicho que guardaré tus palabras. 58Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra. 59Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios. 60Me apresuré y no me retardé En guardar tus mandamientos. 61Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado de tu ley. 62A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios. 63Compañero soy yo de todos los que te temen Y guardan tus mandamientos.
64De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; Enséñame tus estatutos. Tet 65Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra. 66Enséñame buen sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído. 67Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. 68Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos. 69Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70Se engrosó el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he regocijado. 71Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
72Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata. Yod 73Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. 75Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste. 76Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo. 77Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia. 78Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; Pero yo meditaré en tus mandamientos. 79Vuélvanse a mí los que te temen Y conocen tus testimonios.
80Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado. Caf 81Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra. 82Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos. 84¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no proceden según tu ley. 86Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame. 87Casi me han echado por tierra, Pero no he dejado tus mandamientos.
88Vivifícame conforme a tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca. Lámed 89Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos. 90De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste. 91Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, Pues todas ellas te sirven. 92Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. 93Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. 94Tuyo soy yo, sálvame, Porque he buscado tus mandamientos. 95Los impíos me han aguardado para destruirme; Mas yo consideraré tus testimonios.
96A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento. Mem 97¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 99Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 100Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 101De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
104De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Nun 105Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. 106Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. 107Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra. 108Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y me enseñes tus juicios. 109Mi vida está de continuo en peligro, Mas no me he olvidado de tu ley. 110Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos. 111Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón.
112Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos De continuo, hasta el fin. Sámec 113Aborrezco a los hombres hipócritas; Mas amo tu ley. 114Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. 115Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. 116Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. 117Sosténme, y seré salvo, Y me regocijaré siempre en tus estatutos. 118Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, Porque su astucia es falsedad. 119Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; Por tanto, yo he amado tus testimonios.
120Mi carne se ha estremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo. Ayin 121Juicio y justicia he hecho; No me abandones a mis opresores. 122Afianza a tu siervo para bien; No permitas que los soberbios me opriman. 123Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia. 124Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. 125Tu siervo soy yo, dame entendimiento Para conocer tus testimonios. 126Tiempo es de actuar, oh Jehová, Porque han invalidado tu ley. 127Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
128Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, Y aborrecí todo camino de mentira. Pe 129Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma. 130La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. 131Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos. 132Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. 133Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134Líbrame de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos. 135Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos.
136Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. Tsade 137Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. 138Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. 139Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo. 141Pequeño soy yo, y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. 143Aflicción y angustia se han apoderado de mí, Mas tus mandamientos fueron mi delicia.
144Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré. Cof 145Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. 146A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. 147Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra. 148Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos. 149Oye mi voz conforme a tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio. 150Se acercaron a la maldad los que me persiguen; Se alejaron de tu ley. 151Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad.
152Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, Que para siempre los has establecido. Resh 153Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. 154Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra. 155Lejos está de los impíos la salvación, Porque no buscan tus estatutos. 156Muchas son tus misericordias, oh Jehová; Vivifícame conforme a tus juicios. 157Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. 158Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, Porque no guardaban tus palabras. 159Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; Vivifícame conforme a tu misericordia.
160La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia. Sin 161Príncipes me han perseguido sin causa, Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras. 162Me regocijo en tu palabra Como el que halla muchos despojos. 163La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo. 164Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios. 165Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. 166Tu salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. 167Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera.
168He guardado tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. Tau 169Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; Dame entendimiento conforme a tu palabra. 170Llegue mi oración delante de ti; Líbrame conforme a tu dicho. 171Mis labios rebosarán alabanza Cuando me enseñes tus estatutos. 172Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia. 173Esté tu mano pronta para socorrerme, Porque tus mandamientos he escogido. 174He deseado tu salvación, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. 175Viva mi alma y te alabe, Y tus juicios me ayuden. 176Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
Biblia del Jubileo
1ALEF Bienaventurado los perfectos de camino; los que andan en la ley del SEÑOR. 2Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan. 3Pues los que no hacen iniquidad, andan en sus caminos. 4Tú encargaste tus mandamientos, que sean muy guardados. 5¡Deseo que fuesen ordenados mis caminos a guardar tus estatutos! 6Entonces no sería yo avergonzado, cuando mirase en todos tus mandamientos. 7Te alabaré con rectitud de corazón, cuando aprendiere los juicios de tu justicia. 8Tus estatutos guardaré, no me dejes enteramente.
9BET ¿Con qué limpiará el joven su camino? Cuando guardare tu palabra. 10Con todo mi corazón te he buscado, no me dejes errar de tus mandamientos. 11En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. 12Bendito tú, oh SEÑOR, enséñame tus estatutos. 13Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca. 14En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza. 15En tus mandamientos meditaré, y consideraré tus caminos. 16En tus estatutos me recrearé, no me olvidaré de tus palabras.
17GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra. 18Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley. 19Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos. 20Quebrantada está mi alma de desear tus juicios todo el tiempo. 21Reprendiste a los soberbios, malditos los que yerran de tus mandamientos. 22Aparta de mí, oprobio y menosprecio; porque tus testimonios he guardado. 23Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí, hablando tu siervo según tus estatutos. 24Pues tus testimonios son mis deleites, y mis consejeros.
25DALET Se apegó con el polvo mi alma, vivifícame según tu palabra. 26Mis caminos te conté, y me has respondido; enséñame tus estatutos. 27Hazme entender el camino de tus mandamientos, y meditaré de tus maravillas. 28Se deshace mi alma de ansiedad, confírmame según tu palabra. 29Aparta de mí, camino de mentira; y de tu ley hazme misericordia. 30Escogí el camino de la verdad; he puesto tus juicios delante de mí. 31Me he allegado a tus testimonios; oh SEÑOR, no me avergüences. 32Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanchares mi corazón.
33HE Enséñame, oh SEÑOR, el camino de tus estatutos, y lo guardaré hasta el fin. 34Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la cumpliré de todo corazón. 35Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. 36Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. 37Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino. 38Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. 39Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son tus juicios. 40He aquí yo he codiciado tus mandamientos, vivifícame en tu justicia.
41VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salud, conforme a tu dicho. 42Y daré por respuesta a mi avergonzador, que en tu palabra he confiado. 43Y no quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad; porque a tu juicio espero. 44Y guardaré tu ley siempre, de siglo a siglo. 45Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. 46Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré. 47Y me deleitaré en tus mandamientos, que he amado. 48Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; y meditaré en tus estatutos.
49ZAIN Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cual me has hecho esperar. 50Esta es mi consolación en mi aflicción, porque tu dicho me vivificó. 51Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley. 52Me acordé, oh SEÑOR, de tus juicios antiguos, y me consolé. 53Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley. 54Canciones me son tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones. 55Me acordé en la noche de tu Nombre, oh SEÑOR, y guardé tu ley. 56Esto tuve, porque guardaba tus mandamientos.
57CHET Mi porción, oh SEÑOR, dije, será guardar tus palabras. 58Tu presencia supliqué de todo corazón, ten misericordia de mí según tu palabra. 59Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios. 60Me apresuré, y no me retardé en guardar tus mandamientos. 61Compañía de impíos me han robado, mas no me he olvidado de tu ley. 62A medianoche me levantaré a alabarte sobre los juicios de tu justicia. 63Compañero soy yo a todos los que te temieren, y guardaren tus mandamientos. 64De tu misericordia, oh SEÑOR, está llena la tierra; tus estatutos me enseñan.
65TET Bien has hecho con tu siervo, oh SEÑOR, conforme a tu palabra. 66Bondad de sentido y sabiduría me enseña; porque tus mandamientos he creído. 67Antes que fuera humillado, yo erraba; mas ahora tu dicho guardo. 68Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame tus estatutos. 69Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. 70Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado. 71Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos. 72Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
73YOD Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. 74Los que te temen, me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado. 75Conozco, oh SEÑOR, que tus juicios son la misma justicia, y que en fidelidad me afligiste. 76Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. 77Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi deleite. 78Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos. 79Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios. 80Sea mi corazón perfecto en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado.
81CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salud, esperando a tu palabra. 82Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás? 83Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos. 84¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? 85Los soberbios me han cavado hoyos; mas no obran según tu ley. 86Todos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame. 87Casi me han consumido por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos. 88Conforme a tu misericordia vivifícame, y guardaré los testimonios de tu boca.
89LAMED Para siempre, oh SEÑOR, permanece tu palabra en los cielos. 90Por generación y generación es tu verdad; tú afirmaste la tierra, y persevera. 91Por tu ordenación perseveran hasta hoy; porque todas ellas son tus siervos. 92Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya hubiera perecido en mi aflicción. 93Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado. 94Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos. 95Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo entenderé en tus testimonios. 96A toda perfección he visto fin; amplio sobremanera es tu mandamiento.
97MEM ¡Cuánto he amado tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque me son eternos. 99Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios han sido mi meditación. 100He entendido más que los ancianos, porque he guardado tus mandamientos. 101De todo mal camino detuve mis pies, para guardar tu palabra. 102De tus juicios no me aparté; porque tú me enseñaste. 103¡Cuán dulces han sido a mi paladar tus dichos! Más que la miel a mi boca. 104De tus mandamientos he adquirido entendimiento; por tanto he aborrecido todo camino de mentira.
105NUN Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbre a mi camino. 106Juré y ratifiqué el guardar los juicios de tu justicia. 107Afligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra. 108Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios. 109De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley. 110Me pusieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos. 111Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón. 112Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin.
113SAMEC Los pensamientos vanos aborrezco; y tu ley he amado. 114Mi escondedero y mi escudo eres tú; a tu palabra he esperado. 115Apartaos de mí los malignos, porque guardaré los mandamientos de mi Dios. 116Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no me frustres de mi esperanza. 117Sosténme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos. 118Atropellaste a todos los que yerran de tus estatutos; porque su engaño es mentira. 119Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios. 120Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
121AYIN Juicio y justicia he hecho; no me dejes a mis opresores. 122Responde por tu siervo para bien; no me hagan violencia los soberbios. 123Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia. 124Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. 125Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios. 126Tiempo es de actuar, oh SEÑOR; han disipado tu ley. 127Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. 128Por eso todos los mandamientos de todas las cosas estimé rectos; aborrecí todo camino de mentira.
129PE Maravillosos son tus testimonios; por tanto los ha guardado mi alma. 130La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples. 131Mi boca abrí y suspiré; porque deseaba tus mandamientos. 132Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre. 133Ordena mis pasos con tu palabra; y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. 134Redímeme de la violencia de los hombres; y guardaré tus mandamientos. 135Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos. 136Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
137TSADE Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios. 138Encargaste la justicia es a saber tus testimonios, y tu verdad. 139Mi celo me ha consumido; porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. 140Sumamente pura es tu palabra; y tu siervo la ama. 141Pequeño soy yo y desechado; mas no me he olvidado de tus mandamientos. 142Tu justicia es justicia eterna, y tu ley la misma verdad. 143Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites. 144Justicia eterna son tus testimonios; dame entendimiento, y viviré.
145COF Clamé con todo mi corazón; respóndeme, SEÑOR, y guardaré tus estatutos. 146Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios. 147Me anticipé al alba, y clamé; esperé en tu palabra. 148Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos. 149Oye mi voz conforme a tu misericordia, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tu juicio. 150Se acercaron a la maldad los que me persiguen; se alejaron de tu ley. 151Cercano estás tú, oh SEÑOR; y todos tus mandamientos son la misma verdad. 152Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.
153RESH Mira mi aflicción, y líbrame; porque de tu ley no me he olvidado. 154Aboga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho. 155Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos. 156Muchas son tus misericordias, oh SEÑOR; vivifícame conforme a tus juicios. 157Muchos son mis perseguidores y mis enemigos; mas de tus testimonios no me he apartado. 158Veía a los prevaricadores, y me carcomía; porque no guardaban tus palabras. 159Mira, oh SEÑOR, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia. 160El principio de tu palabra es la misma verdad; y eterno es todo juicio de tu justicia.
161SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras. 162Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos. 163La mentira aborrezco y abomino; tu ley amo. 164Siete veces al día te alabo sobre los juicios de tu justicia. 165Mucha paz tienen los que aman tu ley; y no hay para ellos tropiezo. 166Tu salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra. 167Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera. 168He guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti.
169TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra. 170Venga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho. 171Mis labios rebosarán alabanza, cuando me enseñares tus estatutos. 172Hablará mi lengua tus dichos; porque todos tus mandamientos son la misma justicia. 173Sea tu mano en mi socorro; porque tus mandamientos he escogido. 174He deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es mi delicia. 175Viva mi alma y alábale; y tus juicios me ayuden. 176Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.