Salmos capitulo 124
La Biblia de las Américas
1 Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor, — diga ahora Israel — 2si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor cuando los hombres se levantaron contra nosotros, 3vivos nos hubieran tragado entonces cuando su ira se encendió contra nosotros ; 4entonces las aguas nos hubieran anegado, un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma, 5hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
Nueva Biblia de las Américas
1“Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor,” Que lo diga ahora Israel. 2“Si el SEÑOR no hubiera estado a nuestro favor Cuando los hombres se levantaron contra nosotros, 3Vivos nos hubieran tragado entonces Cuando su ira se encendió contra nosotros. 4Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma, 5Hubieran pasado entonces sobre nuestra alma las aguas impetuosas.”
Nueva Versión Internacional
1Cántico de los peregrinos. De David. [1] Si el SEÑOR no hubiera estado de nuestra parte —que lo repita ahora Israel—, 2si el SEÑOR no hubiera estado de nuestra parte cuando todo el mundo se levantó contra nosotros, 3nos habrían tragado vivos al encenderse su furor contra nosotros; 4nos habrían inundado las aguas, el torrente nos habría arrastrado, 5¡nos habrían arrastrado las aguas turbulentas!
Reina-Valera 1960
1Cántico gradual; de David. [1] A no haber estado Jehová por nosotros, Diga ahora Israel; 2A no haber estado Jehová por nosotros, Cuando se levantaron contra nosotros los hombres, 3Vivos nos habrían tragado entonces, Cuando se encendió su furor contra nosotros. 4Entonces nos habrían inundado las aguas; Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; 5Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.
Biblia del Jubileo
1Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel: 2Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, 3vivos nos habrían entonces tragado, cuando se encendió su furor contra nosotros. 4Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente; 5hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias. 6Bendito el SEÑOR, que no nos dio por presa a sus dientes. 7Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores; se quebró el lazo, y escapamos nosotros. 8Nuestro socorro es en el Nombre del SEÑOR, que hizo el cielo y la tierra.