Salmos capitulo 140
La Biblia de las Américas
1Líbrame, oh SEÑOR, de los hombres malignos; guárdame de los hombres violentos, 2que traman maldades en su corazón ; que cada día provocan guerras.
6Dije al SEÑOR: Tú eres mi Dios ; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis súplicas. 7Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.
9En cuanto a los que me rodean, que la malicia de sus labios los cubra. 10Caigan sobre ellos carbones encendidos ; sean arrojados en el fuego, en abismos profundos de donde no se puedan levantar. 11Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra; que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente.
Nueva Biblia de las Américas
1Líbrame, oh SEÑOR, de los hombres malignos; Guárdame de los hombres violentos, 2Que traman maldades en su corazón; Que cada día provocan guerras.
6Dije al SEÑOR: “Tú eres mi Dios; Escucha, oh SEÑOR, la voz de mis súplicas. 7Oh DIOS, Señor, poder de mi salvación, Tú cubriste mi cabeza en el día de la batalla.
9En cuanto a los que me rodean, Que la malicia de sus labios los cubra. 10Caigan sobre ellos carbones encendidos; Sean arrojados en el fuego, En abismos profundos de donde no se puedan levantar. 11Que el hombre de mala lengua no permanezca en la tierra; Que al hombre violento lo persiga el mal implacablemente.”
Nueva Versión Internacional
1Al director musical. Salmo de David. [1] Oh SEÑOR, líbrame de los impíos; protégeme de los violentos, 2de los que urden en su corazón planes malvados y todos los días fomentan la guerra.
6Yo le digo al SEÑOR: «Tú eres mi Dios. Atiende, SEÑOR, a mi voz suplicante». 7 SEÑOR Soberano, mi salvador poderoso que me protege en el día de la batalla:
9Que sobre la cabeza de mis perseguidores recaiga el mal que sus labios proclaman. 10Que lluevan brasas sobre ellos; que sean echados en el fuego, en ciénagas profundas, de donde no vuelvan a salir. 11Que no eche raíces en la tierra la gente de lengua viperina; que la calamidad persiga y destruya a la gente que practica la violencia.
Reina-Valera 1960
1Al músico principal. Salmo de David. [1] Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; Guárdame de hombres violentos, 2Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.
6He dicho a Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos. 7Jehová Señor, potente salvador mío, Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.
Biblia del Jubileo
1Al Vencedor: Salmo de David. Líbrame, oh SEÑOR, del hombre malo; de varón de violencia me guarde. 2Los cuales pensaron males en el corazón, cada día urden contiendas. 3Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.) 4Guárdame, oh SEÑOR, de manos del impío, del varón de violencia me guarde; que han pensado trastornar mis pasos. 5Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red; en el lugar de la senda me han puesto lazos. (Selah.) 6He dicho al SEÑOR: Dios mío eres tú; escucha, oh SEÑOR, la voz de mis ruegos. 7Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas. 8No des, oh SEÑOR, al impío sus deseos; no saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. (Selah.) 9En cuanto a la cabeza de los que me cercan, la perversidad de sus labios la cubra. 10Caigan sobre ellos brasas; en el fuego los haga caer, en profundos hoyos de donde no salgan. 11El varón de lengua maligna no será firme en la tierra; el mal cazará al varón de violencia para derribarle. 12Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos. 13Ciertamente los justos alabarán tu Nombre; los rectos morarán en tu presencia.