Salmos capitulo 18
La Biblia de las Américas
1 Yo te amo, SEÑOR, fortaleza mía. 2El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador ; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable. 3Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.
4Los lazos de la muerte me cercaron, y los torrentes de iniquidad me atemorizaron ; 5los lazos del Seol me rodearon; las redes de la muerte surgieron ante mí. 6En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos.
7Entonces la tierra se estremeció y tembló ; los cimientos de los montes temblaron y fueron sacudidos, porque El se indignó. 8Humo subió de su nariz, y el fuego de su boca consumía ; carbones fueron por él encendidos. 9También inclinó los cielos, y descendió con densas tinieblas debajo de sus pies. 10Cabalgó sobre un querubín, y voló ; y raudo voló sobre las alas del viento. 11De las tinieblas hizo su escondedero, su pabellón a su alrededor; tinieblas de las aguas, densos nubarrones. 12Por el fulgor de su presencia se desvanecieron sus densas nubes en granizo y carbones encendidos. 13El SEÑOR también tronó en los cielos, y el Altísimo dio su voz: granizo y carbones encendidos. 14Y envió sus saetas, y los dispersó, y muchos relámpagos, y los confundió. 15Entonces apareció el lecho de las aguas, y los cimientos del mundo quedaron al descubierto a tu reprensión, oh SEÑOR, al soplo del aliento de tu nariz.
16Extendió la mano desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas. 17Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. 18Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el SEÑOR fue mi sostén. 19También me sacó a un lugar espacioso ; me rescató, porque se complació en mí.
20El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia ; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. 21Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios. 22Pues todas sus ordenanzas estaban delante de mí, y no alejé de mí sus estatutos. 23También fui íntegro para con El, y me guardé de mi iniquidad. 24Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a la pureza de mis manos delante de sus ojos.
25Con el benigno te muestras benigno, con el íntegro te muestras íntegro. 26Con el puro eres puro, y con el perverso eres sagaz. 27Porque tú salvas al pueblo afligido, pero humillas los ojos altivos. 28Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; mi Dios que alumbra mis tinieblas. 29Pues contigo aplastaré ejércitos, y con mi Dios escalaré murallas.
30En cuanto a Dios, su camino es perfecto ; acrisolada es la palabra del SEÑOR ; El es escudo a todos los que a El se acogen. 31Pues, ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR ? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios, 32el Dios que me ciñe de poder, y ha hecho perfecto mi camino ? 33El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas. 34El adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar el arco de bronce. 35Tú me has dado también el escudo de tu salvación ; tu diestra me sostiene, y tu benevolencia me engrandece. 36Ensanchas mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.
37Perseguí a mis enemigos y los alcancé ; y no me volví hasta acabarlos. 38Los destrocé y no pudieron levantarse ; cayeron debajo de mis pies. 39Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla ; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. 40También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban. 41Clamaron, mas no hubo quién los salvara ; aun al SEÑOR clamaron, mas no les respondió. 42Entonces los desmenucé como polvo delante del viento ; los arrojé como lodo de las calles.
43Tú me has librado de las contiendas del pueblo ; me has puesto por cabeza de las naciones ; pueblo que yo no conocía me sirve. 44Al oírme, me obedecen; los extranjeros me fingen obediencia. 45Los extranjeros desfallecen, y salen temblando de sus fortalezas.
46El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, y ensalzado sea el Dios de mi salvación, 47el Dios que por mí ejecuta venganza, y subyuga pueblos debajo de mí ; 48el que me libra de mis enemigos. Ciertamente tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí ; me rescatas del hombre violento. 49Por tanto, te alabaré, oh SEÑOR, entre las naciones, y cantaré alabanzas a tu nombre. 50Grandes victorias da El a su rey, y muestra misericordia a su ungido, a David y a su descendencia para siempre.
Nueva Biblia de las Américas
1“Yo Te amo, SEÑOR, fortaleza mía.” 2El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable. 3Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, Y soy salvo de mis enemigos.
4Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron. 5Los lazos del Seol me rodearon; Las redes de la muerte surgieron ante mí. 6En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
7Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó. 8Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos. 9También inclinó los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies. 10Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y rápido voló sobre las alas del viento. 11De las tinieblas hizo Su escondedero, Su pabellón a Su alrededor; Tinieblas de las aguas, densos nubarrones. 12Por el fulgor de Su presencia se desvanecieron Sus densas nubes En granizo y carbones encendidos. 13El SEÑOR también tronó en los cielos, Y el Altísimo dio Su voz: Granizo y carbones encendidos. 14El envió Sus flechas, y los dispersó, Y muchos relámpagos, y los confundió. 15Entonces apareció el lecho de las aguas, Y los cimientos del mundo quedaron al descubierto A Tu reprensión, oh SEÑOR, Al soplo del aliento de Tu nariz.
16Extendió la mano desde lo alto y me tomó; Me sacó de las muchas aguas. 17Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. 18Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén. 19También me sacó a un lugar espacioso; Me rescató, porque se complació en mí.
20El SEÑOR me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. 21Porque he guardado los caminos del SEÑOR, Y no me he apartado impíamente de mi Dios. 22Pues todas Sus ordenanzas estaban delante de mí, Y no alejé de mí Sus estatutos. 23También fui íntegro para con El, Y me guardé de mi iniquidad. 24Por tanto el SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, Conforme a la pureza de mis manos delante de Sus ojos.
25Con el benigno Te muestras benigno, Con el íntegro Te muestras íntegro. 26Con el puro eres puro, Y con el perverso eres sagaz. 27Porque Tú salvas al pueblo afligido, Pero humillas los ojos altivos. 28Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; Mi Dios que alumbra mis tinieblas. 29Pues contigo aplastaré ejércitos, Y con mi Dios escalaré murallas.
30En cuanto a Dios, Su camino es perfecto; Acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen. 31Pues, ¿quién es Dios, fuera del SEÑOR? ¿Y quién es roca, sino sólo nuestro Dios, 32El Dios que me ciñe de poder, Y ha hecho perfecto mi camino? 33El hace mis pies como de ciervas, Y me afirma en mis alturas. 34El adiestra mis manos para la batalla, Y mis brazos para tensar el arco de bronce. 35Tú me has dado también el escudo de Tu salvación; Tu diestra me sostiene, Y Tu benevolencia me engrandece. 36Ensanchas mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado.
37Perseguí a mis enemigos y los alcancé; Y no me volví hasta acabarlos. 38Los destrocé y no pudieron levantarse; Cayeron debajo de mis pies. 39Pues Tú me has ceñido con fuerza para la batalla; Has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. 40También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban. 41Clamaron, pero no hubo quién los salvara; Aun al SEÑOR clamaron, pero no les respondió. 42Entonces los desmenucé como polvo delante del viento; Los arrojé como lodo de las calles.
43Tú me has librado de las contiendas del pueblo; Me has puesto por cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve. 44Al oírme, me obedecen; Los extranjeros me fingen obediencia. 45Los extranjeros desfallecen, Y salen temblando de sus fortalezas.
46El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, Y ensalzado sea el Dios de mi salvación, 47El Dios que por mí ejecuta venganza, Y subyuga pueblos debajo de mí; 48El que me libra de mis enemigos. Ciertamente Tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; Me rescatas del hombre violento. 49Por tanto, Te daré gracias, oh SEÑOR, entre las naciones, Y cantaré alabanzas a Tu nombre. 50Grandes victorias da El a Su rey, Y muestra misericordia a Su ungido, A David y a su descendencia para siempre.
Nueva Versión Internacional
2El SEÑOR es mi roca, mi amparo, mi libertador; es mi Dios, el peñasco en que me refugio. Es mi escudo, el poder que me salva, ¡mi más alto escondite! 3Invoco al SEÑOR, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos.
4Los lazos de la muerte me envolvieron; los torrentes destructores me abrumaron. 5Me enredaron los lazos del sepulcro, y me encontré ante las trampas de la muerte. 6En mi angustia invoqué al SEÑOR; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!
7La tierra tembló, se estremeció; se sacudieron los cimientos de los montes; ¡retemblaron a causa de su enojo! 8Por la nariz echaba humo, por la boca, fuego consumidor; ¡lanzaba carbones encendidos!
9Rasgando el cielo, descendió, pisando sobre oscuros nubarrones. 10Montando sobre un querubín, surcó los cielos y se remontó sobre las alas del viento. 11Hizo de las tinieblas su escondite, de los oscuros y cargados nubarrones un pabellón que lo rodeaba. 12De su radiante presencia brotaron nubes, granizos y carbones encendidos.
13En el cielo, entre granizos y carbones encendidos, se oyó el trueno del SEÑOR, resonó la voz del Altísimo. 14Lanzó sus flechas, sus grandes centellas; dispersó a mis enemigos y los puso en fuga. 15A causa de tu reprensión, oh SEÑOR, y por el resoplido de tu enojo, las cuencas del mar quedaron a la vista; ¡al descubierto quedaron los cimientos de la tierra!
16Extendiendo su mano desde lo alto, tomó la mía y me sacó del mar profundo. 17Me libró de mi enemigo poderoso, y de aquellos que me odiaban y eran más fuertes que yo. 18En el día de mi desgracia me salieron al encuentro, pero mi apoyo fue el SEÑOR. 19Me sacó a un amplio espacio; me libró porque se agradó de mí.
20El SEÑOR me ha pagado conforme a mi justicia; me ha premiado conforme a la limpieza de mis manos, 21pues he andado en los caminos del SEÑOR; no he cometido mal alguno ni me he apartado de mi Dios. 22Presentes tengo todas sus sentencias; no me he alejado de sus decretos. 23He sido íntegro con él y me he abstenido de pecar. 24El SEÑOR me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a la limpieza de mis manos.
25Tú eres fiel con quien es fiel, e irreprochable con quien es irreprochable; 26sincero eres con quien es sincero, pero sagaz con el que es tramposo. 27Tú das la victoria a los humildes, pero humillas a los altaneros. 28Tú, SEÑOR, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. 29Con tu apoyo me lanzaré contra un ejército; contigo, Dios mío, podré asaltar murallas.
30El camino de Dios es perfecto; la palabra del SEÑOR es intachable. Escudo es Dios a los que en él se refugian. 31¿Quién es Dios, si no el SEÑOR? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? 32Es él quien me arma de valor y endereza mi camino; 33da a mis pies la ligereza del venado, y me mantiene firme en las alturas; 34adiestra mis manos para la batalla, y mis brazos para tensar arcos de bronce. 35Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes; tu bondad me ha hecho prosperar. 36Me has despejado el camino, así que mis tobillos no flaquean.
37Perseguí a mis enemigos, les di alcance, y no retrocedí hasta verlos aniquilados. 38Los aplasté. Ya no pudieron levantarse. ¡Cayeron debajo de mis pies! 39Tú me armaste de valor para el combate; bajo mi planta sometiste a los rebeldes. 40Hiciste retroceder a mis enemigos, y así exterminé a los que me odiaban. 41Pedían ayuda; no hubo quien los salvara. Al SEÑOR clamaron, pero no les respondió. 42Los desmenucé. Parecían polvo disperso por el viento. ¡Los pisoteé como al lodo de las calles!
43Me has librado de una turba amotinada; me has puesto por encima de los paganos; me sirve gente que yo no conocía. 44Apenas me oyen, me obedecen; son extranjeros, y me rinden homenaje. 45¡Esos extraños se descorazonan, y temblando salen de sus refugios! 46¡El SEÑOR vive! ¡Alabada sea mi roca! ¡Exaltado sea Dios mi Salvador! 47Él es el Dios que me vindica, el que pone los pueblos a mis pies.
Reina-Valera 1960
1Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: [1] Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. 2Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio. 3Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado, Y seré salvo de mis enemigos.
4Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. 5Ligaduras del Seol me rodearon, Me tendieron lazos de muerte.
6En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. 7La tierra fue conmovida y tembló; Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él. 8Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor; Carbones fueron por él encendidos. 9Inclinó los cielos, y descendió; Y había densas tinieblas debajo de sus pies. 10Cabalgó sobre un querubín, y voló; Voló sobre las alas del viento. 11Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron; Granizo y carbones ardientes. 13Tronó en los cielos Jehová, Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego. 14Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó. 15Entonces aparecieron los abismos de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo, A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz.
16Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas. 17Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo. 18Me asaltaron en el día de mi quebranto, Mas Jehová fue mi apoyo. 19Me sacó a lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.
20Jehová me ha premiado conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado. 21Porque yo he guardado los caminos de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios. 22Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí, Y no me he apartado de sus estatutos. 23Fui recto para con él, y me he guardado de mi maldad, 24Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.
25Con el misericordioso te mostrarás misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro. 26Limpio te mostrarás para con el limpio, Y severo serás para con el perverso. 27Porque tú salvarás al pueblo afligido, Y humillarás los ojos altivos. 28Tú encenderás mi lámpara; Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. 29Contigo desbarataré ejércitos, Y con mi Dios asaltaré muros. 30En cuanto a Dios, perfecto es su camino, Y acrisolada la palabra de Jehová; Escudo es a todos los que en él esperan.
31Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? 32Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino; 33Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; 34Quien adiestra mis manos para la batalla, Para entesar con mis brazos el arco de bronce. 35Me diste asimismo el escudo de tu salvación; Tu diestra me sustentó, Y tu benignidad me ha engrandecido. 36Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y mis pies no han resbalado. 37Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos. 38Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies. 39Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí. 40Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Para que yo destruya a los que me aborrecen. 41Clamaron, y no hubo quien salvase; Aun a Jehová, pero no los oyó. 42Y los molí como polvo delante del viento; Los eché fuera como lodo de las calles.
43Me has librado de las contiendas del pueblo; Me has hecho cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirvió. 44Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí. 45Los extraños se debilitaron Y salieron temblando de sus encierros.
Biblia del Jubileo
1Al Vencedor: Salmo del siervo del SEÑOR, de David, el cual habló al SEÑOR las palabras de este cántico el día que le libró el SEÑOR de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía. 2SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio. 3Invocaré al SEÑOR, digno de ser alabado, y seré salvo de mis enemigos. 4Me cercaron dolores de muerte, y torrentes de perversidad me atemorizaron. 5Dolores del sepulcro me rodearon, me previnieron lazos de muerte. 6En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. 7Y la tierra fue conmovida y tembló; y los fundamentos de los montes se estremecieron, y se removieron porque él se enojó. 8Subió humo en su nariz, y de su boca fuego quemante; carbones se encendieron de él. 9Y bajó a los cielos, y descendió; y había oscuridad debajo de sus pies. 10Y cabalgó sobre un querubín, y voló; voló sobre las alas del viento. 11Puso tinieblas por su escondedero, en sus alrededores de su tabernáculo oscuridad de aguas, nubes de los cielos. 12Por el resplandor delante de él, sus nubes pasaron; granizo y carbones de fuego. 13Y tronó en los cielos el SEÑOR, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones de fuego. 14Y envió sus saetas, y los desbarató; y echó relámpagos, y los destruyó. 15Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz. 16Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas. 17Me libró de mi fuerte enemigo, y de los que me aborrecían, aunque ellos eran más fuertes que yo. 18Me anticiparon en el día de mi quebrantamiento; mas el SEÑOR me fue por bordón. 19Y me sacó a anchura. Me libró, porque se agradó de mí. 20El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá. 21Por cuanto guardé los caminos del SEÑOR, y no me volví impío apostatando de mi Dios. 22Porque todos sus juicios estuvieron delante de mí, y no eché de mí sus estatutos. 23Y fui perfecto para con él, y me he guardado de mi maldad. 24Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos. 25Con el misericordioso serás misericordioso, y con el varón perfecto serás perfecto. 26Con el limpio serás limpio, y con el perverso serás adversario. 27Por tanto al pueblo humilde salvarás, y los ojos altivos humillarás. 28Por tanto tú alumbrarás mi candela; el SEÑOR mi Dios alumbrará mis tinieblas. 29Porque contigo deshice ejércitos; y en mi Dios asalté muros. 30Dios, perfecto su camino; la palabra del SEÑOR afinada; escudo es a todos los que esperan en él. 31Porque ¿qué Dios hay fuera del SEÑOR? ¿Y qué fuerte fuera de nuestro Dios? 32Dios es el que me ciñe de fuerza, e hizo perfecto mi camino. 33Quien pone mis pies como pies de ciervas, y me hizo estar sobre mis alturas. 34Quien enseña mis manos para la batalla, y el arco de acero será quebrado con mis brazos. 35Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará. 36Ensancharás mis pasos debajo de mí, y no titubearán mis rodillas. 37Perseguiré a mis enemigos, y los alcanzaré, y no volveré hasta acabarlos. 38Los heriré, y no podrán levantarse; caerán debajo de mis pies. 39Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí. 40Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían. 41Clamaron, y no hubo quién se salvase; aun al SEÑOR, mas no los oyó. 42Y los molí como polvo delante del viento; los esparcí como lodo de las calles. 43Me libraste de contiendas de pueblo; me pusiste por cabecera de gentiles; pueblo que no conocí, me sirvió. 44Al oír de mí, me obedeció; los hijos de extraños se sometieron a mí aun contra su voluntad; 45Los hombres extraños se cayeron, y tuvieron miedo desde sus encerramientos. 46Viva el SEÑOR, y bendito sea mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud. 47El Dios que me da las venganzas, y sujetó pueblos debajo de mí. 48Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste. 49Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre. 50El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.