Salmos capitulo 32
La Biblia de las Américas
1 ¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto ! 2¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño !
5Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al SEÑOR ; y tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) 6Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado ; ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.
8Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar ; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti. 9No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento ; cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, porque si no, no se acercan a ti. 10Muchos son los dolores del impío, pero al que confía en el SEÑOR, la misericordia lo rodeará. 11Alegraos en el SEÑOR y regocijaos, justos ; dad voces de júbilo, todos los rectos de corazón.
Nueva Biblia de las Américas
1 ¡Cuán bienaventurado es aquél cuya transgresión es perdonada, Cuyo pecado es cubierto! 2¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño!
5Te manifesté mi pecado, Y no encubrí mi iniquidad. Dije: “Confesaré mis transgresiones al SEÑOR;” Y Tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) 6Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.
8Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti. 9No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; Cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, Porque si no, no se acercan a ti. 10Muchos son los dolores del impío, Pero al que confía en el SEÑOR, la misericordia lo rodeará. 11Alégrense en el SEÑOR y regocíjense, justos; Den voces de júbilo todos ustedes, los rectos de corazón.
Nueva Versión Internacional
1Salmo de David. Masquil. [1] Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados. 2Dichoso aquel a quien el SEÑOR no toma en cuenta su maldad y en cuyo espíritu no hay engaño. 3Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día.
Reina-Valera 1960
1Salmo de David. Masquil. [1] Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
Biblia del Jubileo
1De David: Masquil. Bienaventurado el perdonado de rebelión, el encubierto de pecado. 2Bienaventurado el hombre a quien no contará el SEÑOR la iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. 3Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. 4Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. (Selah.) 5Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Confesaré, dije, contra mí mis rebeliones al SEÑOR; y tú perdonarás la maldad de mi pecado. (Selah.) 6Por esto orará a ti todo misericordioso en el tiempo de poder hallarte; ciertamente en la inundación de las muchas aguas no llegarán éstas a él. 7Tú eres mi escondedero; de la angustia me guardarás; con clamores de libertad me rodearás. (Selah.) 8Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos. 9No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento; con cabestro y con freno su boca ha de ser sujetada, porque si no, no lleguen a ti. 10Muchos dolores para el impío; mas el que espera en el SEÑOR, lo cercará la misericordia. 11Alegraos en el SEÑOR, y gozaos, justos; y cantad todos vosotros los rectos de corazón.