Salmos capitulo 66
La Biblia de las Américas
1Aclamad con júbilo a Dios, toda la tierra ; 2cantad la gloria de su nombre ; haced gloriosa su alabanza. 3Decid a Dios: ¡Cuán portentosas son tus obras ! Por la grandeza de tu poder, tus enemigos fingirán obedecerte.
5Venid y ved las obras de Dios, admirable en sus hechos a favor de los hijos de los hombres. 6Convirtió el mar en tierra seca ; cruzaron el río a pie ; regocijémonos allí en El.
8Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza. 9El es quien nos guarda con vida, y no permite que nuestros pies resbalen. 10Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata. 11Nos metiste en la red ; carga pesada pusiste sobre nuestros lomos. 12Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas ; pasamos por el fuego y por el agua, pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia. 13Entraré en tu casa con holocaustos ; a ti cumpliré mis votos, 14los que pronunciaron mis labios y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.
16Venid y oíd, todos los que a Dios teméis, y contaré lo que El ha hecho por mi alma. 17Con mi boca clamé a El, y ensalzado fue con mi lengua. 18Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no me escuchará. 19Pero ciertamente Dios me ha oído ; El atendió a la voz de mi oración. 20Bendito sea Dios, que no ha desechado mi oración, ni apartado de mí su misericordia.
Nueva Biblia de las Américas
1Aclamen con júbilo a Dios, habitantes de toda la tierra; 2Canten la gloria de Su nombre; Hagan gloriosa Su alabanza. 3Digan a Dios: “¡Cuán portentosas son Tus obras! Por la grandeza de Tu poder, Tus enemigos fingirán que Te obedecen.
5Vengan y vean las obras de Dios, Admirable en Sus hechos a favor de los hijos de los hombres. 6Convirtió el mar en tierra seca; Cruzaron el río a pie; Regocijémonos allí en El.
8Bendigan, oh pueblos, a nuestro Dios, Y hagan oír la voz de Su alabanza. 9El es quien nos guarda con vida, Y no permite que nuestros pies resbalen. 10Porque Tú nos has probado, oh Dios; Nos has refinado como se refina la plata. 11Nos metiste en la red; Carga pesada pusiste sobre nuestros lomos. 12Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas; Pasamos por el fuego y por el agua, Pero Tú nos sacaste a un lugar de abundancia. 13Entraré en Tu casa con holocaustos; A Ti cumpliré mis votos, 14Los que pronunciaron mis labios Y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.
16Vengan y oigan, todos los que temen (reverencian) a Dios, Y contaré lo que El ha hecho por mi alma. 17Con mi boca clamé a El, Y ensalzado fue con mi lengua. 18Si observo iniquidad en mi corazón, El Señor no me escuchará. 19Pero ciertamente Dios me ha oído; El atendió a la voz de mi oración. 20Bendito sea Dios, Que no ha desechado mi oración, Ni apartado de mí Su misericordia.
Nueva Versión Internacional
1Al director musical. Cántico. Salmo. [1] ¡Aclamen alegres a Dios, habitantes de toda la tierra! 2Canten salmos a su glorioso nombre; ¡ríndanle gloriosas alabanzas! 3Díganle a Dios: «¡Cuán imponentes son tus obras! Es tan grande tu poder que tus enemigos mismos se rinden ante ti.
5¡Vengan y vean las proezas de Dios, sus obras portentosas en nuestro favor! 6Convirtió el mar en tierra seca, y el pueblo cruzó el río a pie. ¡Regocijémonos en él!
8Pueblos todos, bendigan a nuestro Dios, hagan oír la voz de su alabanza. 9Él ha protegido nuestra vida, ha evitado que resbalen nuestros pies.
10Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata. 11Nos has hecho caer en una red; ¡pesada carga nos has echado a cuestas! 12Las caballerías nos han aplastado la cabeza; hemos pasado por el fuego y por el agua, pero al fin nos has dado un respiro. 13Me presentaré en tu templo con holocaustos y cumpliré los votos que te hice, 14los votos de mis labios y mi boca que pronuncié en medio de mi angustia.
16Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que él ha hecho por mí. 17Clamé a él con mi boca; lo alabé con mi lengua. 18Si en mi corazón hubiera yo abrigado maldad, el Señor no me habría escuchado; 19pero Dios sí me ha escuchado, ha atendido a la voz de mi plegaria. 20¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi plegaria ni me negó su amor!
Reina-Valera 1960
1Al músico principal. Cántico. Salmo. [1] Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. 2Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. 3Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.
5Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. 6Volvió el mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos.
8Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, Y haced oír la voz de su alabanza. 9Él es quien preservó la vida a nuestra alma, Y no permitió que nuestros pies resbalasen. 10Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. 11Nos metiste en la red; Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. 12Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua, Y nos sacaste a abundancia.
13Entraré en tu casa con holocaustos; Te pagaré mis votos, 14Que pronunciaron mis labios Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.
Biblia del Jubileo
1Al Vencedor: Canción de Alabanza. Jubilad a Dios toda la tierra. 2Cantad la gloria de su Nombre; poned gloria en su alabanza. 3Decid a Dios: ¡Cuán terrible eres en tus obras! Por lo grande de tu fortaleza se sujetarán a ti tus enemigos. 4Toda la tierra te adorará, y cantará a ti; cantarán a tu Nombre. (Selah.) 5Venid, y ved las obras de Dios, terrible en hechos sobre los hijos de los hombres. 6Volvió el mar en seco; por el río pasaron a pie; allí nos alegramos en él. 7El se enseñorea con su fortaleza para siempre; sus ojos atalayan sobre los gentiles; los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.) 8Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza. 9El es el que puso nuestra alma en vida, y no permitió que nuestros pies resbalasen. 10Porque tú nos probaste, oh Dios; nos afinaste como se afina la plata. 11Nos metiste en la red; pusiste apretura en nuestros lomos. 12Hiciste subir varón sobre nuestra cabeza; entramos en fuego y en aguas, y nos sacaste a abundancia. 13Entraré en tu Casa con holocaustos; te pagaré mis votos, 14que pronunciaron mis labios, y habló mi boca, cuando estaba angustiado. 15Holocaustos de cebados te ofreceré, con perfume de carneros; sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.) 16Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que ha hecho a mi alma. 17A él clamé con mi boca, y fue ensalzado con mi lengua. 18Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me oiría. 19Mas ciertamente me oyó Dios; atendió a la voz de mi oración. 20Bendito Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.