Salmos capitulo 94
La Biblia de las Américas
1Oh SEÑOR, Dios de las venganzas, oh Dios de las venganzas, ¡resplandece ! 2Levántate, Juez de la tierra ; da su merecido a los soberbios. 3¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, hasta cuándo los impíos se regocijarán ? 4Charlan, hablan con arrogancia ; todos los que hacen iniquidad se vanaglorían. 5Aplastan a tu pueblo, SEÑOR, y afligen a tu heredad. 6Matan a la viuda y al extranjero, y asesinan a los huérfanos. 7Y dicen: El SEÑOR no lo ve, ni hace caso el Dios de Jacob.
8Haced caso, torpes del pueblo; necios, ¿cuándo entenderéis ? 9El que hizo el oído, ¿no oye? El que dio forma al ojo, ¿no ve? 10¿No reprenderá el que castiga a las naciones, el que enseña conocimiento al hombre ? 11El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, sabe que son sólo un soplo.
12Bienaventurado el hombre a quien corriges, SEÑOR, y lo instruyes en tu ley ; 13para darle descanso en los días de aflicción, hasta que se cave una fosa para el impío. 14Porque el SEÑOR no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad. 15Porque el juicio volverá a ser justo, y todos los rectos de corazón lo seguirán. 16¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad ?
17Si el SEÑOR no hubiera sido mi socorro, pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio. 18Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá. 19Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, tus consuelos deleitan mi alma. 20¿Puede ser aliado tuyo un trono de destrucción, que planea el mal por decreto ? 21Se unen contra la vida del justo, y condenan a muerte al inocente. 22Pero el SEÑOR ha sido mi baluarte, y mi Dios la roca de mi refugio. 23El ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad, y los destruirá en su maldad ; el SEÑOR, nuestro Dios, los destruirá.
Nueva Biblia de las Américas
1Oh SEÑOR, Dios de las venganzas, Oh Dios de las venganzas, ¡resplandece! 2Levántate, Juez de la tierra; Da su merecido a los soberbios. 3¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, Hasta cuándo los impíos se regocijarán? 4Charlan, hablan con arrogancia; Todos los que hacen iniquidad se vanaglorían. 5Aplastan a Tu pueblo, SEÑOR, Y afligen a Tu heredad. 6Matan a la viuda y al extranjero, Y asesinan a los huérfanos. 7Y dicen: “El SEÑOR no ve nada Ni hace caso el Dios de Jacob.”
8Hagan caso, torpes del pueblo; Necios, ¿cuándo entenderán? 9El que hizo el oído, ¿acaso no oye? El que dio forma al ojo, ¿acaso no ve? 10¿No reprenderá el que castiga a las naciones, El que enseña conocimiento al hombre? 11El SEÑOR conoce los pensamientos del hombre, Sabe que son sólo un soplo.
12Bienaventurado el hombre a quien reprendes, SEÑOR, Y lo instruyes en Tu ley; 13Para darle descanso en los días de aflicción, Hasta que se cave una fosa para el impío. 14Porque el SEÑOR no abandonará a Su pueblo, Ni desamparará a Su heredad. 15Porque el juicio volverá a ser justo, Y todos los rectos de corazón lo seguirán. 16¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad?
17Si el SEÑOR no hubiera sido mi ayuda, Pronto habría habitado mi alma en el lugar del silencio. 18Si digo: “Mi pie ha resbalado,” Tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá. 19Cuando mis inquietudes se multiplican dentro de mí, Tus consuelos deleitan mi alma. 20¿Puede ser aliado Tuyo un trono de destrucción, Que planea el mal por decreto? 21Se unen contra la vida del justo, Y condenan a muerte al inocente. 22Pero el SEÑOR ha sido mi baluarte, Y mi Dios la roca de mi refugio. 23El ha hecho volver sobre ellos su propia iniquidad, Y los destruirá en su maldad; El SEÑOR, nuestro Dios, los destruirá.
Nueva Versión Internacional
1 SEÑOR, Dios de las venganzas; Dios de las venganzas, ¡manifiéstate! 2Levántate, Juez de la tierra, y dales su merecido a los soberbios. 3¿Hasta cuándo, SEÑOR, hasta cuándo habrán de ufanarse los impíos?
4Todos esos malhechores son unos fanfarrones; a borbotones escupen su arrogancia. 5A tu pueblo, SEÑOR, lo pisotean; ¡oprimen a tu herencia! 6Matan a las viudas y a los extranjeros; a los huérfanos los asesinan. 7Y hasta dicen: «El SEÑOR no ve; el Dios de Jacob no se da cuenta».
8Entiendan esto, gente necia; ¿cuándo, insensatos, lo van a comprender? 9¿Acaso no oirá el que nos hizo los oídos, ni podrá ver el que nos formó los ojos? 10¿Y no habrá de castigar el que corrige a las naciones e instruye en el saber a todo el mundo? 11El SEÑOR conoce los pensamientos humanos, y sabe que son absurdos.
12 Dichoso aquel a quien tú, SEÑOR, corriges; aquel a quien instruyes en tu ley, 13para que enfrente tranquilo los días de aflicción mientras al impío se le cava una fosa. 14El SEÑOR no rechazará a su pueblo; no dejará a su herencia en el abandono. 15El juicio volverá a basarse en la justicia, y todos los rectos de corazón lo seguirán.
16¿Quién se levantó a defenderme de los impíos? ¿Quién se puso de mi parte contra los malhechores? 17Si el SEÑOR no me hubiera brindado su ayuda, muy pronto me habría quedado en mortal silencio. 18No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, SEÑOR, venía en mi ayuda. 19Cuando en mí la angustia iba en aumento, tu consuelo llenaba mi alma de alegría.
20¿Podrías ser amigo de reyes corruptos que por decreto fraguan la maldad, 21que conspiran contra la gente honrada y condenan a muerte al inocente? 22Pero el SEÑOR es mi protector, es mi Dios y la roca en que me refugio. 23Él les hará pagar por sus pecados y los destruirá por su maldad; ¡el SEÑOR nuestro Dios los destruirá!
Reina-Valera 1960
1Jehová, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. 2Engrandécete, oh Juez de la tierra; Da el pago a los soberbios. 3¿Hasta cuándo los impíos, Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?
4¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? 5A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, Y a tu heredad afligen. 6A la viuda y al extranjero matan, Y a los huérfanos quitan la vida. 7Y dijeron: No verá JAH, Ni entenderá el Dios de Jacob.
8Entended, necios del pueblo; Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios? 9El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? 10El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? 11Jehová conoce los pensamientos de los hombres, Que son vanidad.
12Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges, Y en tu ley lo instruyes, 13Para hacerle descansar en los días de aflicción, En tanto que para el impío se cava el hoyo. 14Porque no abandonará Jehová a su pueblo, Ni desamparará su heredad, 15Sino que el juicio será vuelto a la justicia, Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.
16¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad? 17Si no me ayudara Jehová, Pronto moraría mi alma en el silencio. 18Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. 19En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. 20¿Se juntará contigo el trono de iniquidades Que hace agravio bajo forma de ley? 21Se juntan contra la vida del justo, Y condenan la sangre inocente. 22Mas Jehová me ha sido por refugio, Y mi Dios por roca de mi confianza. 23Y él hará volver sobre ellos su iniquidad, Y los destruirá en su propia maldad; Los destruirá Jehová nuestro Dios.
Biblia del Jubileo
1SEÑOR, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate. 2Ensálzate, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios. 3¿Hasta cuándo los impíos, oh SEÑOR, hasta cuándo, se gozarán los impíos? 4¿Pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que obran iniquidad? 5A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan, y a tu heredad afligen. 6A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. 7Y dijeron: No verá JAH; y No lo tendrá en cuenta el Dios de Jacob. 8Entended, necios del pueblo; y locos, ¿cuándo seréis sabios? 9El que plantó el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? 10El que castiga a los gentiles, ¿no reprenderá? ¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia? 11El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad. 12Bienaventurado el varón a quien tú, JAH, corriges, y en tu ley lo instruyeres; 13para hacerle descansar en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío. 14Porque no dejará el SEÑOR su pueblo, ni desamparará a su heredad; 15sino que el juicio será vuelto a justicia, y en pos de ella irán todos los rectos de corazón. 16¿Quién se levanta por mí contra los malignos? ¿Quién está por mí contra los que obran iniquidad? 17Si no me ayudara el SEÑOR, presto morará mi alma con los muertos. 18Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba. 19En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma. 20¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley? 21Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente. 22Mas el SEÑOR me ha sido por refugio; y mi Dios por peña de mi confianza. 23El cual hizo volver sobre ellos su iniquidad, y con su maldad los talará; los talará el SEÑOR nuestro Dios.