Salmos capitulo 95
La Biblia de las Américas
1Venid, cantemos con gozo al SEÑOR, aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 2Vengamos ante su presencia con acción de gracias ; aclamémosle con salmos. 3Porque Dios grande es el SEÑOR, y Rey grande sobre todos los dioses, 4en cuya mano están las profundidades de la tierra ; suyas son también las cumbres de los montes. 5Suyo es el mar, pues El lo hizo, y sus manos formaron la tierra firme.
6Venid, adoremos y postrémonos ; doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor. 7Porque El es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado y las ovejas de su mano. Si oís hoy su voz, 8no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como en el día de Masah en el desierto, 9cuando vuestros padres me tentaron, me probaron, aunque habían visto mi obra. 10Por cuarenta años me repugnó aquella generación, y dije: Es un pueblo que se desvía en su corazón y no conocen mis caminos. 11Por tanto, juré en mi ira : Ciertamente no entrarán en mi reposo.
Nueva Biblia de las Américas
1Vengan, cantemos con gozo al SEÑOR, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 2Vengamos ante Su presencia con acción de gracias; Aclamemos a El con salmos. 3Porque Dios grande es el SEÑOR, Y Rey grande sobre todos los dioses, 4En cuya mano están las profundidades de la tierra; Suyas son también las cumbres de los montes. 5Suyo es el mar, pues El lo hizo, Y Sus manos formaron la tierra firme.
6Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor. 7Porque El es nuestro Dios, Y nosotros el pueblo de Su prado y las ovejas de Su mano. Si ustedes oyen hoy Su voz, 8No endurezcan su corazón como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9Cuando sus padres Me tentaron, Me pusieron a prueba, aunque habían visto Mi obra. 10Por cuarenta años Me repugnó aquella generación, Y dije: “Es un pueblo que se desvía en su corazón Y no conocen Mis caminos. 11Por tanto, juré en Mi ira: Ciertamente no entrarán en Mi reposo.”
Nueva Versión Internacional
1Vengan, cantemos con júbilo al SEÑOR; aclamemos a la roca de nuestra salvación. 2Lleguemos ante él con acción de gracias, aclamémoslo con cánticos.
3Porque el SEÑOR es el gran Dios, el gran Rey sobre todos los dioses. 4En sus manos están los abismos de la tierra; suyas son las cumbres de los montes. 5Suyo es el mar, porque él lo hizo; con sus manos formó la tierra firme.
7Porque él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos un rebaño bajo su cuidado! Si ustedes oyen hoy su voz, 8no endurezcan el corazón, como en Meribá, como aquel día en Masá, en el desierto, 9cuando sus antepasados me tentaron, cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras. 10Cuarenta años estuve enojado con aquella generación, y dije: «Son un pueblo mal encaminado que no reconoce mis senderos». 11Así que, en mi enojo, hice este juramento: «Jamás entrarán en mi reposo».
Reina-Valera 1960
1Venid, aclamemos alegremente a Jehová; Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. 2Lleguemos ante su presencia con alabanza; Aclamémosle con cánticos. 3Porque Jehová es Dios grande, Y Rey grande sobre todos los dioses. 4Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 5Suyo también el mar, pues él lo hizo; Y sus manos formaron la tierra seca.
7Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz, 8No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto, 9Donde me tentaron vuestros padres, Me probaron, y vieron mis obras. 10Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. 11Por tanto, juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo.
Biblia del Jubileo
1Venid, alegrémonos al SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud. 2Lleguemos ante su presencia con alabanza; cantemos a El con júbilo. 3Porque el SEÑOR es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses. 4Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. 5Suyo también el mar, pues él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca. 6Venid, postrémonos y adoremos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro hacedor. 7Porque él es nuestro Dios; y nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz, 8no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masá en el desierto; 9donde me tentaron vuestros padres, me probaron, y vieron mi obra. 10Cuarenta años combatí con la nación, y dije: Pueblo es que yerra de corazón, que no han conocido mis caminos. 11Por tanto yo juré en mi furor: No entrarán en mi reposo.