¿Qué significa Marcos 11:7?
Los dos discípulos que Jesús envió a recoger una burra y su burrito han regresado (Mateo 21:1–2). Usualmente, los judíos se montan burros (Jueces 10:4; 12:14; 1 Samuel 25:20), pero generalmente con una silla de montar. A diferencia de los caballos, que tienen una espalda relativamente plana, las espinas de los burros sobresalen de una manera que hace que montarse en ellos sin silla sea incómodo. Normalmente, uno no se monta en burro sin silla. El escritor de este texto puede dar fe de que esto es verdad.La elección del burro tiene un valor simbólico además de cumplir la profecía. En esa época, los burros se usaban exclusivamente para el trabajo, mientras que los caballos se usaban con mayor frecuencia para la guerra. En lugar de entrar a la ciudad a caballo, como un conquistador militar, Jesús llega en burro. En la actualidad, esto es algo así como la diferencia que existe entre una persona que llega a la ciudad en la parte trasera de una camioneta, a diferencia de una que llega dentro de un vehículo blindado. Durante Su segunda venida, Jesús llegará a caballo (Apocalipsis 19:11–16) porque Su propósito será el juicio en lugar del sacrificio.
El Antiguo Testamento tiene más de 300 profecías del Mesías judío. Daniel 9:25–26 nos da la fecha de la semana exacta entre la entrada triunfal y la crucifixión. Miqueas 5:2 dice que el Mesías nacerá en Belén (Mateo 2:1). El segundo libro de Samuel 7:12–16 dice que será un descendiente de David (Mateo 1:1–16; Lucas 3:23–31), y Oseas 11:1 dice que vivirá en Egipto por un tiempo (Mateo 2:13–15).
El propósito de las profecías mesiánicas en el Antiguo Testamento es identificar quién es este Mesías cuando llegue. Durante los ejemplos anteriores, Jesús cumplió la profecía sin ningún esfuerzo propio. Cuando era bebé, por el contrario, no tenía nada que decir en cuanto a si María y José debían huir a Egipto o quedarse donde estaban.
Sin embargo, Jesús cumple otras profecías intencionalmente. En Zacarías, Dios explica cómo enviará un campeón para rescatar a Israel de sus enemigos. Dios dice: "¡Llénate de alegría, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey viene a ti, justo, y salvador y humilde, y montado sobre un asno, sobre un pollino, hijo de asna" (Zacarías 9:9). A pesar del obvio cumplimiento de la profecía, los discípulos no reconocerán su significado hasta después de la resurrección (Juan 12:16).