¿Qué significa Marcos 14:25?

El "fruto de la vid" es el vino. Jesús le reconoció a los fariseos y a los escribas que él bebía vino (Lucas 7:28–35), e hizo vino para una boda (Juan 2:6–11). Esto no significa que los cristianos deban beber alcohol o incluso que deberían beber alcohol por el solo hecho de haberlo hecho. Sabemos que no debemos emborracharnos para escapar de las preocupaciones de la vida o beber para comportarnos de maneras pecaminosas (Proverbios 20:1; Efesios 5:18). De hecho, no deberíamos beber si pensamos que somos personas propensas a volvernos adictos a cualquier sustancia (1 Corintios 6:12; 2 Pedro 2:19) o si esto tentaría a alguien de nuestro alrededor a actuar en contra de su conciencia (1 Corintios 8:9–13). Sin embargo, mientras que las restricciones bíblicas se estén obedeciendo, ningún creyente debería condenar a otro a quien de vez en cuando le gusta beber un poco (Romanos 14:1–4).

Y, sin embargo, este versículo no trata de eso. La Biblia dice que el vino se usa para celebrar eventos o cosas importantes (Salmo 104:14–15). Jesús y los discípulos están celebrando la Pascua, la cual cae el día antes de la gran fiesta que se comparte durante el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura. Sin embargo, para ese día, Jesús estará sepultado en la tumba. Incluso ya en la cruz, cuando se le ofrece vino mezclado con un analgésico suave, Jesús lo rechaza (Mateo 27:34).

La comida tradicional de la Pascua es un ritual bastante largo. A lo largo de las diversas enunciados y platos de comida, se beben cuatro copas de vino que representan las cuatro fases de la redención en éxodo 6:6–7: "Yo los voy a librar… de su esclavitud… los liberaré… los tomaré como mi pueblo y yo seré su Dios". Algunos eruditos dicen que Jesús está haciendo Su declaración de abstinencia entre la tercera y la cuarta copa. Jesús está a punto de cumplir las tres primeras promesas en la cruz, pero la cuarta no se cumplirá hasta el fin de los tiempos. Jesús promete volver a beber vino en un momento y lugar propicios para la celebración; quizás se pueda estar refiriendo a la cena de las bodas del Cordero (Apocalipsis 19:7–10), probablemente después del rapto ("…los tomaré como mi pueblo…"), cuando finalmente se "casará" con la iglesia.