¿Qué significa Marcos 14:30?
Muchos eruditos continúan debatiendo sobre el significado de la expresión el "canto del gallo"; bien podría haber sido el canto de un gallo literal. A pesar de lo que la mayoría de la gente llega a asumir debido a las películas y a la televisión, los gallos son animales intratables a los que no les resulta necesario esperar hasta el amanecer para cantar. Esta frase también puede ser una forma de hablar utilizada para el toque de corneta que anuncia el inicio del cuarto turno de noche de los guardias romanos.La profecía de Jesús se hizo realidad, y Pedro se siente devastado. Jesús es arrestado en el monte de los Olivos (Marcos 14:46) y se lo llevan al patio del sumo sacerdote Caifás, donde es interrogado por el Sanedrín (Mateo 26:57–59). Pedro se queda en la puerta mientras Juan, quien conocía al sumo sacerdote (Juan 18:15), entra en el patio. Juan envía a una sirvienta a la puerta, pero Pedro niega ser uno de los discípulos de Jesús y el gallo canta una vez (Juan 18:15–17; Marcos 14:68). Los sirvientes y oficiales de los sumos sacerdotes encienden una hoguera, y Pedro se siente lo suficientemente valiente como para unirse a ellos para calentarse cuando otra sirvienta regresa (Mateo 26:71). Esta sirvienta puede ver mejor a Pedro gracias a la luz del fuego y lo acusa de estar con Jesús frente a los otros hombres (Lucas 22:56). Pedro lo niega de nuevo (Marcos 14: 69–70). Finalmente, los transeúntes se enfrentan a Pedro, reconociendo que su acento es de Galilea. Pedro no solo niega conocer a Jesús, sino que se maldice a sí mismo si estuviera mintiendo. El gallo canta de nuevo y Pedro recuerda las palabras de Jesús. Finalmente, se marcha llorando (Marcos 14:70–72; Lucas 22:62).
Jesús le advierte a Pedro que Satanás ha pedido "sacudirlos a ustedes como si fueran trigo;" (Lucas 22:31). No solo se pone a prueba la lealtad de Pedro, sino que Jesús mismo escucha a Pedro negar que lo conoce (Lucas 22:61). Sin embargo, Jesús ora para que, aunque el valor de Pedro pueda fallar, su fe no lo haga, y que Pedro pueda usar esta experiencia para darles valor a los otros discípulos (Lucas 22:32). Pedro negará a Jesús, pero también será restaurado (Juan 21:15–19); y, pronto, y sin miedo alguno, Pedro comenzará a proclamarle públicamente el evangelio a una multitud que se reunirá en Jerusalén. Ese día, unas tres mil personas escucharán su mensaje y creerán en Jesús (Hechos 2:14–41).
El Espíritu Santo es un componente clave para el evangelio. Sin el Espíritu Santo, Pedro es valiente y descarado, y está listo para seguir a Jesús en cualquier situación en la que se manifiesten Su poder y autoridad. Sin embargo, Pedro todavía no tiene el suficiente coraje como para enfrentarse a la persecución personalmente o caminar a través de dificultades sin que Jesús estuviera presente. Una vez que Pedro recibe el Espíritu Santo (Hechos 2:1–4), no llega a ser perfecto (Gálatas 2:11–14), pero su fe crecerá y madurará hasta convertirse en uno de los discípulos más importantes (Hechos 4).