¿Qué significa Marcos 5:39?
Jesús está en la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, confrontando a los dolientes profesionales. La hija de Jairo está muerta. Un sirviente de Jairo lo informó sobre la muerte de su hija momentos antes (Marcos 5:35). Lucas declara específicamente que cuando Jesús la resucita, "volvió a la vida" (Lucas 8:55). Entonces, ¿por qué dice Jesús que ella solo está durmiendo?Los oradores en el Nuevo Testamento a menudo usaban el eufemismo del sueño para representar la muerte física de los creyentes. Mateo lo usa sobre los creyentes que vuelven a la vida en la crucifixión (Mateo 27:52). Jesús lo usa sobre Lázaro antes de que lo resucita (Juan 11:11). Lucas lo usa cuando Esteban es apedreado (Hechos 7:60). Pablo lo usa para describir la muerte prematura de aquellos que toman la comunión sin la actitud adecuada (1 Corintios 11:30). Pero en todos esos casos, se usa la palabra raíz griega koimao.
La palabra raíz griega que se usa aquí para "dormida" es katheudo, y literalmente significa "estar dormido". De hecho, significa "dormir" en varios lugares en Mateo (Mateo 8:24; 13:25; 25:5; 26:40); y, cuando se usa como una metáfora, no se refiere a la muerte sino al entumecimiento espiritual (Efesios 5:14; 1 Tesalonicenses 5:6–7).
Jesús no está mintiendo y no puede mentir, por lo que debemos entender esta declaración con cuidado. Un uso especial de una palabra infiere un significado especial de la misma palabra; la niña está muerta, pero Jesús pretende que su condición no sea permanente, tal y como el sueño no es permanente. Como creador del universo e intérprete de milagros que "rompen" las leyes de la naturaleza, Jesús intenta que la niña se levante y, por lo tanto, podemos entender que su muerte es similar a la condición de estar dormida en este caso. Jesús no tergiversa la realidad, sino que la cambia y luego usa un lenguaje diferente que refleja esta nueva realidad.
Esta es la historia del evangelio: nacemos siendo enemigos de Dios (Romanos 5:10). Jesús, quien define la realidad espiritual, traspasó las leyes de la naturaleza al llamarnos primero sirvientes y luego Sus amigos (Juan 15:15). Dios nos considera Sus hijos y coherederos con Cristo (Romanos 8:15–17). Dios el Padre y Jesús pueden decir estas palabras porque Ellos son capaces de cambiar la realidad en sí misma.