¿Qué significa Mateo 12:10?
Jesús y Sus discípulos llegaron a una sinagoga durante el sábado. Parecía, de hecho, que los fariseos estaban esperándolo con el propósito de provocar que Jesús quebrantara la Ley de Moisés para desacreditarlo, específicamente el mandamiento de no trabajar durante sábado.Allí dentro, había otro hombre que tenía una mano atrofiada. En el relato de Marcos de esta misma historia, Jesús inició la conversación con el hombre pidiéndole que se pusiera de pie frente a todos (Marcos 3:3). Jesús no tenía la intención de evitar la trampa que aparentemente le habían tendido los fariseos.
Mateo dice que los fariseos preguntaron si era lícito curar durante el sábado. Ellos pensaban que la respuesta era "no". Los fariseos habían elaborado una lista de 39 acciones que consideraron como trabajo y prohibieron hacer durante el sábado para guardar el cuarto mandamiento que aparece en Éxodo: "te acordarás del día de reposo, y lo santificarás. Durante seis días trabajarás y harás toda tu obra, pero el día séptimo es de reposo en honor del Señor tu Dios. No harás en Él ningún trabajo. Ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni el extranjero que viva dentro de tus ciudades" (Éxodo 20:8–10).
Al crear esa lista, los fariseos "se pasaron" al intentar hacer algo bueno. Los fariseos tenían la tarea, en parte, de ayudarle al pueblo de Israel a aplicar en sus vidas los mandamientos que Dios les había dado. El problema que Jesús señaló es que, al mismo tiempo, dejaron de cuidar al pueblo de Dios y de mostrarles misericordia. En cambio, con el tiempo, los fariseos le añadieron más reglas y regulaciones irrazonables a la Ley de Moisés. De este modo, hicieron que el judaísmo se convirtiera en una carga pesada en lugar de que fuera algo bueno para la gente.
Entre sus requisitos, se les prohibió realizar cualquier tipo de "curación" que no fuera para salvarle la vida a una persona. El hombre con la mano atrofiada no estaba en una situación de vida o muerte. De todos modos, los fariseos estaban esperando a que Jesús sanara al hombre para así poder acusarlo de haber quebrantado el mandamiento. En verdad, lo que Jesús estaba quebrantando era su interpretación del mandamiento, y Jesús estaba a punto de mostrarles la frialdad y el cinismo que había en sus corazones.